Diario de León

CUESTIÓN DE EDAD

Anécdotas de un árbol mítico La historia El abuelo de la naturaleza

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|||| La leyenda. Robin Hood y Maid Marian se conocieron y se casaron a la sombra de un tejo, que aún se conserva en el cementerio anexo a la iglesia de San Cuthbert, en Doveridge. Se trata de un tejo de hembra de más de mil años. La excusa literaria. Shakespeare utiliza el poderoso veneno del tejo para asesinar a Hamlet. El episodio histórico. Vicente Risco sostiene que los galaicos que trataban de frenar el avance de las tropas romanas se suicidaron colectivamente en el monte Medulio engullendo el veneno extraído del tejo. En la jardinería. El seto más alto del mundo está hecho con tejos y tiene 270 años. Está en Cirencester Park, en la localidad inglesa de Gloucestershire y supera los doce metros de alto y los siete de ancho. El tejo de Puentedeume. Ubicado en la finca de la familia Tenreiro, pasa por ser el único con tres pisos habitables en su interior, a los que se accede a través de una escalera de caracol. A su sombra se reunió el Gobierno de Casares Quiroga. El árbol más viejo de Europa. Es un tejo y vive en Gran Bretaña, concretamente en Fortingall (Escocia). Tiene 5.000 años y conserva una vitalidad desbordante. La leyenda sostiene que bajo sus ramas nació Poncio Pilato. ¿Un magosto escocés? Hasta el siglo XIX, en esta zona de Escocia se celebraba en el «monte de la muerte» una ceremonia en la que se hacían hogueras con tojos y palos. La fiesta tenía lugar el 11 de noviembre. El mismo día de los magostos de Ourense, que básicamente consisten en lo mismo. |||| La madera de tejo es imputrescible. Una cualidad que explica por qué los vikingos la utilizaban para sostener las velas de sus embarcaciones. Hasta el siglo XV los ingleses construían sus arcos con este material, a la vista de su formidable elasticidad. Por cada dardo que lanzaba una ballesta, el arco de tejo disparaba ocho flechas. |||| El tejo es el árbol más longevo de la naturaleza. Existen ejemplares míticos, como el tejo de Ankerwyke, situado a orillas del río Támesis, en Gran Bretaña, al que se le supone una edad no inferior a los 2.500 años. El árbol asistió, por ejemplo, al juramento de la Carta Magna que simbolizó la paz entre los barones ingleses y el rey Juan, en el año 1215. Estas apabullantes cifras pueden jugar en contra de la leyenda del teixedal de Casaio. Las investigaciones de Eduardo Olano le han llevado a concluir que los más viejos tejos de este prodigioso bosque rondan los cuatro siglos de edad. Un hecho que «puede suponer para muchos una especie de decepción o desencanto, pues es general el sentimiento de considerar la edad del árbol como el fundamental atributo a la hora de valorar su importancia». Pero en Casaio «bajo este teixedal hay otro y bajo éste, otro más». No hay individuos de edad excesivamente avanzada, pero «el teixedal que conforman con su presencia es de una edad que se cuenta por cientos de miles de años».

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