Un mundo en miniatura en una bola de cristal No es un juguete Un planeta a pequeña escala

Cuando el cartero me dijo que tenía un paquete para mí, me dio un vuelco el corazón. Llevaba días esperando este envío y ¡por fin! había llegado. Se trataba de una pequeña caja de cartón con la etiqueta de «frágil». Tras abrirla con sumo cuidado, descubrí una esfera de cristal transparente en cuyo interior había agua, ramas, algas filamentosas y ocho o diez camarones. Se trata de una Ecosfera, un ecosistema minimalista que representa la expresión más simple del planeta Tierra. Su origen se remonta a hace varias décadas y es el resultado de una investigación del Laboratorio Aeroespacial de la NASA con la que se perseguía estudiar la biosfera de nuestro planeta y que se convirtiese en una posible fuente de información para instalar en planetas alejados del nuestro ecosistemas de apoyo a la vida humana, dirigidos a la construcción de estaciones espaciales para explorar el Sistema Solar. El objetivo final de la NASA es conseguir establecer sistemas cerrados que permitan y faciliten satisfacer las necesidades de alimento, agua y aire de los astronautas que viajen durante varios meses a un planeta alejado del nuestro. Las fuentes de energía y luz solar estarán disponibles pudiendo hacer posible en el futuro que un planeta como Marte llegara a contener oxígeno y agua situando ecosistemas autosuficientes en su superficie, auténticos oasis que servirían de estaciones de permanencia y de viaje para los exploradores de la nueva era aeroespacial. Elemento educativo La Ecosfera es un ecosistema autosuficiente compuesto por plantas y animales (algas, microorganismos, camarones rojos) que viven en agua marina, encerrados en una cápsula de cristal que también contiene gorgonia y gravilla, en la que reina el equilibrio. Al ser autosuficientes, lo único que necesitan del mundo exterior es controlar la luz que reciben para mantener su ciclo biológico. Las ecosferas son, además de una base científica para investigaciones espaciales y un instrumento decorativo que acerca la ciencia a los hogares, un elemento educativo en el que se muestra de forma sencilla cómo funciona el ecosistema de nuestro planeta potenciando, además, el concepto ecológico, donde todos los residuos son reutilizados. Si se mantienen en condiciones estables e idóneas de luz y temperatura, s esperanza de vida oscila entre 2 y 5 años, aunque se han dado casos de ecosferas que siguen en perfecto funcionamiento al cabo de 10 años y ecosistemas sin camarones que han permanecido con vida hasta cerca de 20 años. Su funcionamiento es muy sencillo porque la luz que reciben se almacena transformada bioquímicamente. Si reciben exceso de luz se estimula una excesiva actividad de las algas haciendo que crezcan de forma desmesurada y consuman los limitados nutrientes inorgánicos del interior de la esfera a un ritmo superior al que estos pueden ser generados dentro del ecosistema, aumentando el pH del agua y provocando un desequilibrio que provocaría la muerte de los camarones. La luz y el CO2 del agua permiten que las algas produzcan el oxígeno suficiente que consumen los camarones directamente del agua, a la vez que se nutren de las algas y bacterias. Estas, por su parte, transforman los desechos en nutrientes para las algas que, junto a las bacterias producen CO2 que las algas transformarán en oxígeno. Los camarones se alimentan de algas, bacterias y sus propios exoesqueletos de los que se desprenden para seguir creciendo. |||| Si pasa más de 60 horas en la oscuridad la ecosfera morirá en pocas horas, y si recibe luz durante más de 12 horas (lo ideal es entre 6 y 12 y nunca de forma directa), las algas crecerían tanto que consumirían todos los recursos y nutrientes inorgánicos del interior de la pequeña esfera. En cuanto a la temperatura, la ideal es entre 15 y 30ºC. Por debajo de 15ºC se reduce el metabolismo de los camarones y por encima de 30 se produce un estrés adicional sobre el ecosistema. No debe colocarse sobre la televisión, equipos de música, calefactores, ventiladores, ordenadores, lámparas u otros electrodomésticos ya que pueden transmitir el calor. Tampoco debe ser colocada en contacto con una ventana, ya que el frío y el calor se transmiten también a través del cristal. La empresa encargada de su comercialización insiste en afirmar que la ecosfera es un ser vivo, no un juguete, y si carece de los cuidados necesarios puede llegar a morir. Por eso al comprarla se adquiere la responsabilidad de respetar su integridad. Las ecosferas se venden en España a través de la página www.ecosferas.com y su precio oscila entre 97 y 580 euros. |||| La Ecosfera es un ecosistema autosuficiente y en equilibrio compuesto por plantas y animales (algas, microorganismos, camarones rojos) que viven en agua marina, encerrados en una cápsula de cristal que también contiene gorgonia y gravilla. Se trata de un ser vivo, no un juguete, y si carece de los cuidados necesarios puede llegar a morir.