Una lección fácil, pero dura para los granadinos

|||| El Centro Albayzín, del Ayuntamiento de Granada, forma a jóvenes durante dos años en especialidades de gran demanda en restauración (madera, piedra, albañilería y cerámica nazarí). Precisamente el casco histórico granadino, ahora en proceso de recuperación, la Alhambra y su muralla están fabricados íntegramente en tapial, aunque en las restauraciones sólo se recupera la forma arquitectónica. Los seis alumnos y el monitor de este centro han tenido que venir hasta León para aprender la técnica del tapial, aunque no creen que se vaya a utilizar para este proceso de recuperación del Albaicín. «Hemos venido para formarnos, pero en un futuro es posible que nos planteemos incluso dar cursos de este tipo, adaptándonos a las formas de Granada», señala el maestro, Francisco Tejero López. El centro que lleva en funcionamiento cuatro años se quiere enfocar a la restauración, de tal manera que los jóvenes no sean «simplemente albañiles, sino auxiliares de restauración». «Es duro de hacer, pero es facilísimo de hacer», concluye alumnos y maestros tras la experiencia de Jiménez de Jamuz. A la tierra sólo le falta que alguien empiece a creer en ella, especialmente en bioconstrucción, o, lo que es lo mismo, que se pierda la fe en el cemento. Pero el mercado manda y «el cemento ha copado la construcción en todos los sentidos».