La tripulación que ayudó a olvidar el tsunami

|||| El piloto y el mecánico del helicóptero Puma SA 330J, Harry Cassiny y Frank Boekkooi, respectivamente, participaron en las tareas de ayuda a los damnificados del tsunami que arrasó Indonesia el año pasado. Ahora su trabajo consiste en trasladar en la aeronave a los brigadistas hasta el punto exacto del incendio que deben sofocar. Harry y Frank guardan en un ordenador portátil las fotos de la catástrofe en la que perdieron la vida miles y miles de personas. Su tarea, según explican, consistía en llevar alimentos a los damnificados en un radio de 300 kilómetros desde su base, ubicada en la isla de Sumatra. La gran complicación que tuvieron que afrontar fue las pequeñas dimensiones del aeropuerto, circunstancia que hacía aún más peligrosa la misión. Allí estuvieron cuatro meses bajo el mando de las Naciones Unidas. Frank explica que el helicóptero fue pintado con las siglas de la ONU para su reconocimiento. En sus fotos se puede observar el alcance de la tragedia. Una de ellas recoge una montaña con toneladas de ropa y enseres de personas que murieron durante el tsunami y que después fue entregada a otras familias. Y Sudán, Mozambique... Ambos, piloto y mecánico, no es la primera vez que desarrollan trabajos humanitarios. También estuvieron en Sudán, después del terremoto que asoló el país y que dejó también un rastro con cientos de muertos. Entre enero y febrero del año 2000 se trasladaron a Mozambique, también para entregar ayuda humanitaria.