Diario de León

Órdago a la... Grandis Mitsubishi

Los nipones de «Mitsu» lanzan todo un órdago monovolumen con el Grandis. Ampuloso tamaño y gasóleo firmado por VW, para un modelo capaz de acomodar a siete ocupantes en 4,8 metros de largo. Su tarifa comienza en 27.000 euros... 4,5 de los antig

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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No es pequeño el reto ni, se supone, la preocupación de sus enemigos naturales. Mitsubishi no se han parado en barras a la hora de proponer, para el mercado español, un monocuerpo de siete acomodos , estética deportiva y motorizado por una de las perlas de los alemanes de Volkswagen, el tretracilíndrico multiválvulas de dos litros y 136 caballos dotado, como les gusta a los germanos, de la tecnología «directa» de la bomba-inyector. Con estos mimbres, y una tarifa más bien contenida... las katanas están en todo lo alto. ¡Ojo con las cabezas!, dicho sea en el más figurado de los sentidos. La versatilidad es una de las cartas que juega la cuarta generación del Grandis a la hora de proponer, no sólo infinidad de huecos en el interior de su espacioso habitáculo, también en su propuesta de modificar a voluntad las tres filas de asientos, que pueden segmentarse o abatirse completamente hasta alcanzar los 1.545 litros de capacidad en la zona de carga; 940 litros en condiciones normales, es decir, con las plazas traseras recogidas bajo el piso. Esas dos últimas plazas traseras -la tercera fila- pueden girarse a «contramarcha» y, si los hoteles están completos y se abatan solidariamente con las de la segunda fila, dispondremos de una práctica cama doble... Eso, por no hablar de la posibilidad de esconder conjunta o individualmente los dos asientos traseros, mientras los de la fila central son abatibles por partes. Por cierto, muy de agradecer, el fabricante ha tenido buen cuidado en adoptar sistemas escamoteables de asientos muy fáciles y rápidos, lo denomina Hide&Seat y permite esconderlos, en segundos, bajo el piso del vehículo. Tampoco el salpicadero se queda atrás en cuanto a versatilidad se refiere: doble guantera, compartimento sobre el tablero, que se complementa con infinidad de huecos repartidos a lo largo y ancho del habitáculo, en las puertas, en la consola central delantera situada entre los asientos, incluso en los espacios situados bajo la tercera fila de asientos. Eso sí, como no todo iban a ser ventajas, el Grandis, al igual que sus congéneres de siete plazas tiene su particular Talón de Aquiles en una evidente escasez de maletero (320 litros) cuando se usan todos los asientos, a la vez que el ingreso a la tercera fila es mejor que la salida... un pequeño peaje a pagar. Tampoco excesivo porque, en general, el Grandis ofrece muchas otras ventajas. La implantación mecánica es una de ellas. Mitsubishi ha confiado la movilidad del Grandis a un tetracilíndrico que ha acabado por convertirse en objeto de culto en los catálogos de VW, el 2.0 litros turbodiesel de inyección directa (bomba-inyector) con turbo de geometría variable e «intercooler» que rinde 136 caballos y, lo mejor, que entrega 31,6 metros/kilo de par sólo 1.750 vueltas; eso, y la caja manual de 6 marchas, permiten a nuestro protagonista desenvolverse con soltura en la mayoría de trazados con, eso sí, especial predilección por los más «abiertos» (entiéndase autovía o autopista) dado que su envergadura (4,77 metros de largo y 1,80 de ancho) condicionan su agilidad en trazados de cuerda en el bolsillo ... sobre todo para los ocupantes de las últimas plazas, que disfrutarán entonces de unos balanceos poco agradables. Aténgase, por tanto, el conductor de pilotar el Grandis cual si de un EVO se tratase... tampoco hay porqué, por mucho que el centro de gravedad del Grandis sea bastante bajo y el aplomo de sus suspensiones palien en gran medida los balanceos. Se trata de disfrutar del viaje, de sus paisajes (los acompañantes) y de -otra bondad- disfrutar también cuando no haya necesidad de detenerse en el surtidor hasta los 400 kilómetros, habida cuenta que el Grandis se conformará con alrededor de los 7,6 litros de consumo medio. En suma, que «Mitsu», por relación precio/equipamiento, parece firmemente dispuesto a ponerle las cosas difíciles a sus competidores. El Grandis resulta una buena elección para quienes pretendan un monovolumen equipado, bonito de línea y versátil.

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