Por tierra, mar, aire... y PC

Mucha consola de nueva generación, mucho avance técnico, pero cuando se trata de cosas serias, como un simulador de vuelo, el rey sigue siendo el humilde ordenador personal; el mismo con el que se hacen las cuentas domésticas y el trabajo de Conocimiento del Medio del crío. Bueno, el mismo, el mismo, no. Hay que tener un buen procesador y una tarjeta gráfica todavía mejor. Salvo esto, las posibilidades son infinitas, sobre todo en el universo de los transportes virtuales. A los aviones, coches y trenes se unen ahora también los barcos. ¡Viajeros, al PC! Uno de los juegos más esperados de la temporada es Flight Simulator X . Y con razón. La franquicia de Microsoft llega a su décima edición con más fuerza que nunca, una buena renovación de los aspectos más flojos de otros años, propuestas originales y unos gráficos demoledores... aunque al alcance de casi nadie. Y es una lástima, porque a las expectativas que despierta puede suceder tal decepción que muchos usuarios del FS2004 se verán tentados a refugiarse en su viejo programa después de devolver el nuevo. Mantengamos la calma. Intentemos bajar de Internet los últimos driver s y actualizaciones de nuestra tarjeta y trabajemos a fondo en la configuración de opciones gráficas. Es laborioso, porque se puede elegir desde el tamaño de la trama hasta la calidad de los reflejos, pero el resultado merece la pena. Sin Vista Eso sí, no espere el aficionado sacar el partido que anuncia la marca americana. Sus programadores se han pasado varios pueblos, porque el máximo rendimiento sólo se puede obtener con unas potencias y una memoria poco usuales, además del Windows Vista y el DirectX 10.0, que ni siquiera están en el mercado. De tenerlos, veríamos elefantes migrando por la sabana, operarios perdiendo nuestras maletas en el aeropuerto y hasta a la abuela saludando por la ventana del apartamento de Torrevieja. Lo que sí tiene FSX es una cantidad inconcebible de aeropuertos, aeronaves de todo tipo -incluyendo ultraligeros y veleros-, misiones con puntuación para aprender a volar, cabinas casi reales y muchos más modos de vista que su predecesor. Faltan los aviones y misiones históricas, pero seguro que en la red acabaremos encontrándolos. También exigente con los gráficos es la última creación de Sid Meier, Railroads! , que incide en el bien sabido pero muy entretenido tema de las redes ferroviarias. Más que simular el transporte en sí, lo que se simula es la creación de un conglomerado industrial tipo tablero, con rivales on line o artificiales, avances tecnológicos y enriquecimiento sin límites. Surtiendo industrias En escenarios imaginarios o reales (medio oeste, costa este, Inglaterra, Alemania...), el jugador debe construir vías, levantar estaciones y comprar trenes para transportar pasajeros o mercancías de unas ciudades a otras. Cuanto mejor surtidas estén, mejor les irá y más beneficios nos proporcionarán. Si queremos, además, podremos adquirir o iniciar diversas industrias en cada localidad a las que proporcionaremos materias primas y canales de distribución para los productos. Muy sencillo de manejar, Sid Meier's Railroads! es, sin embargo, uno de los juegos más divertidos de su clase. Y siendo la acuática la navegación más antigua, parece increíble que hasta el momento no existiera un simulador de barcos comparable a los de vuelo. Las cosas, por suerte, van a cambiar tras el lanzamiento de Ship Simulator un excelente punto de partida para los aficionados a la náutica. El juego se estructura en misiones de dificultad creciente, que además desbloquean otras más avanzadas. Escenarios como los puertos de Hamburgo, Rotterdam y Nueva York o una isla tropical; naves como una lancha rápida, un transporte de contenedores, un remolcador o el mismísimo Titanic ; y objetivos como recoger pasajeros, cambiar mercancías de muelle o rescatar náufragos, se ponen a disposición del capitán, que se verá sorprendido por el realismo del movimiento del agua y de los barcos. La sencillez de los controles, que se limitan a las máquinas y el timón, es un punto que convendría mejorar para siguientes entregas.