Diario de León

SISTEMA ESCALONADO SIN FRONTERAS TODO BAJO CONTROL

Desde España hasta Polonia sin apearse del cable de la luz Lo importante es proteger el uso doméstico Compras a Francia; ventas a Portugal Un gran hermano para la electricidad El norte produce y el sur consume La tirada de los sistemas de aire acondiciona

Para que un barco pudiera atravesar sin problemas un río de Sajonia se cortó una línea de alta tensión. Y se apagó la luz en varios millones de hogares franceses y en varios cientos de miles d

Publicado por
ANA RODRÍGUEZ | texto MANUELA MARIÑO | infografía
León

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Cómo es posible que la botadura de un barco de pasajeros en un astillero de un río alemán deje sin luz a un vecino del Ampurdán? Porque el sistema eléctrico es un todo; porque todo está interconectado; porque la Europa de los 15 funciona como unidad; porque sería posible un hipotético viaje desde España hasta Polonia a través del cable de cobre y porque la electricidad no se almacena, tiene que estar en continuo movimiento. «Lo que se pretende es que cuando alguien le dé en casa al interruptor de la lamparita de la mesilla de noche reciba luz y nada más», explica Carlos González Patiño, delegado regional de REE (Red Eléctrica Española) en Galicia y Asturias. Se le pide que cuente lo que sucedióesa noche y por qué afectó a los hogares españoles. Y relata que la desconexión voluntaria de la línea alemana, práctica en principio rutinaria y que ya se puso en marcha en otras ocasiones, provocó una bajada de frecuencia en otras líneas de alta tensión (sobre todo en la interconexión entre Alemania y Francia) y un desequilibrio que dejó a Europa, eléctricamente hablando, dividida en dos grandes bloques. La parte oriental se quedó con un exceso de generación de energía y la occidental con un defecto importante. Y, para evitar males mayores, el propio sistema está programado para desconectarse con el fin de evitar sobrecargas, un apagón generalizado y una avería más seria en la red. Cuando surge un problema en la red, la solución que se va a poner en marcha está perfectamente estudiada. Es lo que se llama un sistema escalonado, de desconexión selectiva para seguir un orden predeterminado en el corte de los suministros. En el caso español, según explicaron desde Red Eléctrica Española, operadora del sistema y a la vez empresa propietaria de la red de transporte de la energía eléctrica en España, lo que se busca es proteger al cliente doméstico. Lo primero que se corta cuando surge una situación comprometida -ya sea con origen en el sistema nacional o en el internacional- suele ser el alumbrado público. Por lo general el consumo doméstico queda garantizado. «Es por una cuestión social», explicó Carlos González Patiño, que añadió que, en el caso del corte de la pasada semana, «aunque todavía es pronto para hacer valoraciones sobre la respuesta de los diferentes tipos de energía, el sistema funcionó bien ante la pérdida de 1.500 megavatios, y el suministro quedó restablecido en veinte minutos». Con la avería originada en la red que comunica Alemania con Francia, que amenazaba con una «catástrofe mediana» para el sistema eléctrico, se accionaron todos los sistemas de alerta. En España, los instrumentos de protección desconectaron 2.500 megavatios de los 3.800 de energía eólica que operaban en aquel momento en el país -en total hay 10.000 megavatios de potencia instalada- y las dos sedes del Cecoel (Centro de Control Eléctrico de REE) se pusieron en marcha. Con todas las pantallas operativas y a través de mecanismos automáticos se jugó a equilibrar la generación de energía con la demanda que se registraba en cada momento. Y para ello, según explicó González Patiño, hubo incluso que recurrir a la energía en reserva. «Se trata de poner al cien por cien las máquinas que no están trabajando a pleno rendimiento para conseguir la energía extra», matizó. Y aludió a que, en estos casos, lo más socorrido es recurrir a las centrales hidroeléctricas. Debido a la singularidad del caso español -pionero en el mundo en cuanto a que una empresa es a la vez la que opera en el sistema y la propietaria de la red del transporte, separando los intereses de la generación y de la demanda-, el problema se resolvió pronto. Precisamente en este sentido fueron las críticas de los gobiernos de Francia e Italia, que reclamaron la posibilidad de un gran centro europeo de coordinación del transporte eléctrico. Como un juego de fichas de dominó, el mal funcionamiento de la red en Alemania arrastró al resto de las redes europeas. Porque, en términos eléctricos, la Europa de los 15 funciona como un enorme mercado o, más concretamente, como quince grandes mercados interconectados. En las conexiones internacionales de España prima, como es lógico, la proximidad. Y el intercambio se realiza con Francia, Portugal, Andorra y Marruecos. En el balance del último año, y por segundo ejercicio consecutivo, el saldo exportador de España fue ligeramente positivo. Crecieron sobre todo las ventas a Portugal, que se llevó el 80% del total de energía que desde España se dedicó a los intercambios internacionales. En el otro sentido, la práctica totalidad de la electricidad exterior llegó desde Francia, país en el que la mayor parte de la energía proviene de centrales nucleares. Cuestión paradójica, porque la tendencia en España es cerrar este tipo de instalaciones en beneficio de otros sistemas de producción energética. En cuanto a las energías primarias o, lo que es lo mismo, las materias primas como el petróleo, el gas o el carbón, España tiene una dependencia de un 85%. En la media de la Unión Europea esta circunstancia baja a un 50%. No cabe hablar de autosuficiencia de ningún país en la producción de energía eléctrica, porque en Europa todo está interconectado. «Toda Europa occidental es electrodependiente», explican desde Red Eléctrica Española. «Y es bueno que sea así, porque cuando un país flaquea se puede apoyar en los excedentes de otro», continuaron. Y pusieron como ejemplo que las mayores dificultades para el suministro en España se dan en los sistemas insulares, aunque ya existe un proyecto para la interconexión submarina, vía Valencia, con Baleares, similar a la que ya funciona con Marruecos. Sí se podría hacer un hipotético balance de la producción y el consumo por comunidades. Las mayores productoras están en el noroeste peninsular, sobre todo Galicia y Asturias, y en todo el entorno del Duero y sus centrales hidroeléctricas. En el extremo opuesto está Madrid, netamente importadora, y el sur y el sureste español. «Los recursos están donde están, y los ríos más caudalosos están en el norte, y llueve más en el norte, y hace más viento», añadió en este sentido el delegado regional de REE en Galicia y Asturias. La demanda y el consumo de electricidad suben año tras año. A un ritmo de alrededor de un 1% anual en el conjunto de la Unión Europea y a un ritmo superior al 4% en España. ¿Por qué este desfase? Influyen el incremento del PIB (un 3,4% en el 2005), el desarrollo industrial y la sociedad de bienestar. Sólo con los sistemas de aire acondicionado, hoy aparatos de uso doméstico generalizado en prácticamente todo el sur del país, el consumo de electricidad se ha disparado en más de mil megavatios al año. O, lo que es lo mismo, todo lo que produce una central nuclear. Y es que el hecho de que las temperaturas se hayan extremado, de que cada vez se registren más olas de calor en verano y más jornadas continuadas de frío en invierno, hizo que durante el año pasado se contaran dos nuevos máximos históricos de demanda de energía. En el caso concreto del invierno, el día 27 de enero la demanda de potencia media superó hasta un 15% al máximo detectado el año anterior. También fueron culpables las temperaturas extremas del colapso eléctrico que se sufría en el verano del 2004 en el sur de España. Desde entonces, se han puesto en marcha ciclos combinados en Andalucía y Levante para evitar una situación similar. Ante tal reto, cabe una reflexión. «Y pasa por seguir invirtiendo -matiza González Patiño- para fortalecer todavía más la red de distribución y concienciando sobre el componente social de la electricidad. Todo el mundo quiere luz, pero nadie acepta sin problemas la instalación de una línea próxima a su casa». Eléctricamente hablando, en Galicia la cosa va de récords, pues posee la central térmica de As Pontes, que es la mayor productora de energía eléctrica (1.400 megavatios en cuatro grupos, frente a los 1.000 megavatios de una central nuclear) de España, y cuenta también entre sus clientes con la planta de Alcoa en Xove, el mayor consumidor de electricidad de España. Dando cifras y comparando con el resto de España, la planta de aluminios consume cerca de la tercera parte de lo que se produce en As Pontes y, a su vez, en la planta de Endesa se genera el 5% de la electricidad en todo el país. De hecho, desde la propia central parte una línea de alta tensión que conecta directamente con la fábrica. Otra parte hacia Montearenas para enlazar con el resto de la Península y una tercera viaja hacia Mesón do Vento, para continuar hasta Cartelle y desde allí llegar a Lindoso, frontera con Portugal y enlace de una interconexión que, por lo menos a corto plazo, garantiza los intercambios. Sí requiere una mayor atención la red interna de Galicia, y ya están en marcha proyectos de refuerzo de la unión entre Mesón do Vento y As Pontes o la red que comunica el entramado gallego con Asturias. También en breve se acometerán las obras necesarias para fortalecer las líneas de transporte con dirección a la Meseta. El continuo aumento del consumo energético es un hecho. Sobre todo en los países en vías de desarrollo, que ven cómo la demanda crece con una rapidez sin precedentes. Valgan como ejemplos los casos de la India y China, en pleno proceso de liberalización de sus mercados, en donde el consumo de electricidad creció el pasado año un 14% con respecto al ejercicio del 2004. Este desmesurado crecimiento, unido a la dependencia que Europa tiene de los recursos, hace que cada vez se recurra más a la potenciación de las energías renovables. Porque son recursos inagotables, no contaminantes, no autóctonos y que favorecen un equilibrio interterritorial, pues suelen encontrarse sobre todo en las zonas rurales. Además de las más conocidas, como son la hidroeléctrica, la solar o la eólica, pesan cada vez más iniciativas que ya demostraron su viabilidad, como la producción de energía mediante la biomasa. Este modo de obtención de electricidad a través de la materia orgánica de origen vegetal o animal fue, si se mira en sentido estricto, el único existente hasta la aparición del carbón con la revolución industrial, aunque hoy en día tiene un escaso peso. La geotérmica, inusual hasta el momento, se genera aprovechando el calor interno de la tierra, y funcionaría de un modo similar al de cualquier central, pero la diferencia es que la producción de calor es de forma natural. Más en auge se encuentra la de las olas y mareas, que busca aprovechar el movimiento del mar para la generación de energía. EN ESPAÑA MÁS DEMANDA RECORDS EL FUTURO

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