Diario de León

Isla Margarita: un capricho en el Caribe

Isla Margarita forma parte de un ramal de tierra con islotes semisumergidos que semejan brazos de un mar doliente y extendido surcado por barcos de cruceros

CANTÓN

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Publicado por
ISABEL CANTÓN MAYO | texto
León

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Cuando oímos nombrar determinados lugares, sobre todo si son lejanos y exóticos, parece que nos refiriésemos a los héroes de la mitología clásica: inalcanzables, heroicos, perfectos y distantes. Cuando un día por capricho del destino o del azar puedes tocar, pisar la tierra de la que tanto has oído hablar, el enfoque de ésta se realiza por medio de una lente de aumento que te acerca y te familiariza con los mitos y los héroes legendarios de lecturas de la niñez y de sueños adolescentes. Viajar a Margarita es un sueño y una pasión en la que el despertar puede superar las expectativas del proyecto. Poner los pies en Margarita tiene su aquél: hay que viajar al Aeropuerto Internacional Caracas-Maiquetía o a alguna otra capital del Caribe, ya que el aeropuerto de la Isla, Porlamar, aunque es internacional, tiene vuelos con varias de esas ciudades. Puede resultar recomendable volar primero a Caracas, visitar la ciudad en su dimensión de anarquía o caos organizado, y trasladarse a las más tranquilas de Maracay o de Valencia, ciudades más seguras, más típicas y más amables que la capital venezolana. Desde Valencia existen vuelos de sólo tres cuartos de hora a Margarita, aunque algunos hacen una escala en Barcelona, ciudad costera frente a la isla, y entonces el viaje puede ser de dos horas. La llegada a Porlamar es deslumbrante de luz, de sol del Caribe, de mar, de mundo nuevo. Con razón las guías aconsejan proveerse de gafas oscuras. Los trámites de llegada, al ser un vuelo interno, son sencillos y rápidos, aunque pueden demorarse si los equipajes se retrasan o se cambian; pero esto último se comprueba puntualmente a la salida con el resguardo de vuelo para que no haya errores voluntarios o involuntarios. Al ser un destino turístico de primer orden, Margarita tiene una red de hoteles de todas las categorías, casas en alquiler, bungalows, etcétera, que permiten un descanso relajado y tranquilo. Ellos se ocupan de sus viajeros desde el propio Aeropuerto y los retornan allí al final de su estancia. Aunque parece pequeña, y lo es, ya que se recorre bien en un día, la isla está muy poblada, con algo menos de medio millón de habitantes, y forma con las islas vecinas de Coche y Cubagua el Estado de Nueva Esparta. Su extensión es de 934 km. Cuadrados de los que las paradisíacas playas se extienden a 168 km. La isla tiene una forma triangular con un añadido en uno de los ángulos de la base que comunica con la península de Macanao, rodeada por una carretera costera y unida a la parte general de la isla por la Laguna marina de La Restinga. La primera visión de la isla desde el aire nos la muestra contorneada por sucesivos círculos concéntricos de un brillante color verdeazul que muestran los distintos niveles de profundidad del mar. En realidad Margarita forma parte de un ramal de tierra con islotes semisumergidos que semejan brazos de un mar doliente y extendido. Entre estos restos que asoman del mar se extienden zonas abiertas que surcan sin descanso barcos de cruceros, petroleros y mercancías que se deslizan con suavidad y silencio entre las límpidas aguas dejando estelas blancas en un mar que se prolonga hasta el infinito, siendo imposible distinguir a lo lejos dónde termina el mar y dónde comienza el cielo. La visión general del paisaje de Margarita es muy semejante al de Canarias: vegetación de matorral y abundantes cactus. Clima tropical, calor muy húmedo y días y noches iguales. La escasez de manantiales en la Isla hace que tenga que ser provista desde Venezuela por tuberías que pasan a 18 metros de profundidad surcando el mar. Es el agua para lavarse, comer y limpiar. Para la bebida se usa fundamentalmente agua envasada, también traída de fuera. La comida en los hoteles es internacional, pudiendo encontrar desde el ceviche peruano a la parrilla argentina o la paella española. Pero lo mejor es tomarse los exquisitos pescados de la isla en los pequeños chiringuitos que abundan en las playas enormes y vírgenes como la de Punta Arenas o la de Juan Griego, lugar donde desembarcó Simón Bolívar en mayo de 1816. Lo más llamativo de la isla es su naturaleza. Sin embargo no podemos dejar de visitar su Catedral dedicada a La Asunción en la capital de la Isla, del mismo nombre, una Iglesia parroquial grande para nosotros, de sabor colonial, aunque de una gran humildad, pero que es la segunda iglesia más antigua de la isla. De sabor añejo, diseño muy simple y arquitectura colonial de fuertes reminiscencias canarias, nos parece estar en cualquiera de los pueblos españoles de las Islas afortunadas. En los entornos de la catedral podemos ver también arquitectura colonial traída de Canarias que encontramos calcada a la de otras localidades caribeñas, como es el caso de Sancti Spíritus o Santa Clara en Cuba. Planta baja: puerta y ventana en una, rejas y colores azulados por doquier. En esta ciudad también destaca el Puente Colonial 4 de Mayo sobre el río La Asunción, de 25 metros de largo, con cuatro torrecillas en sus estribos y un solo arco de ladrillos. Su construcción data de 1608 y su conservación es buena. La otra iglesia interesante en Sta. Ana del Norte, en cuyo interior se reunió la República y donde Simón Bolívar renunció a la guerra y ofreció la libertad a los esclavos en 1816. Ambas iglesias son del S. XVII. Pero el auténtico tipismo lo encontramos en el Valle del Espíritu Santo (otra vez las reminiscencias cubanas) con la Basílica Menor de Ntra. Sra. Del Valle, donde se venera la virgen del mismo nombre y donde se realizan las romerías religiosas más multitudinarias de la Isla. La iglesia pintada de blanco y amarillo es de fina estampa y muy cuidada, pero semejante a alguna otra iglesia de la Isla como la existente en Juan Griego. La imagen recuerda un poco a la Virgen de Fátima y está vestida de un blanco impoluto combinado con algunos ribetes dorados en el manto. Es la Patrona de Oriente y la Marina Venezolana. Numerosos puestos de venta de imágenes religiosas con la Virgen, rosarios, velas y demás artículos sacros, se combinan con los puestos de perlas cultivadas con precios altamente interesantes y modelos sugestivos en collares, joyeros, brazaletes, prendedores, broches, etcétera. Juan Griego y Porlamar son los centros comerciales más típicos, destacando en el primero las calles de Marina y Aurora y en el segundo los Bulevares Guevara y Gómez. En ellos se pueden comprar productos populares y típicos de la Isla en un trajín imparable de gentes de la más diversa procedencia. Pero las gentes del país recomiendan con los ojos en blanco no dejar de visitar el único gran centro comercial de la Isla: Sambil. Sin embargo para el turista el atractivo de Conejeros o de las calles citadas anteriormente es muy superior al del Centro Comercial y los precios mejores. Entrando en el aspecto físico de la Isla, creo que lo más atractivo por lo exótico es el paseo en barca por la Laguna La Restinga desde el Embarcadero de Caño Indio. Situada entre Margarita y su península de Macanao, La Restinga ofrece incomparables momentos en el paseo arropados por ambos lados en los canales por los boscosos manglares que forman islas separadas por anchos canales, donde la naturaleza ha despositado sus maravillas. El paseo dura más de una hora en una motora y su atractivo es inmenso. Quizá por esa emoción y transporte que producen, los canales están llenos de nombres románticos: canal del beso, túnel de los enamorados, canal mi dulce amor, etcétera. En el paseo se puede contactar y tener un momento en la mano a una estrella de mar viva o ver en su medio a caballitos de mar, tocar las ostras con perlas dentro provocadas por las arenas, etcétera. Entre los pájaros que habitan la laguna destacamos flamencos o ibis escarlata, gavilanes, pelícanos, cotorras y también gran variedad de peces. Lo más bello de la isla se oculta en esta misteriosa laguna. Existe otra laguna similar en la parte sur de la Isla llamada Laguna de las Maritas. En la salida por la carretera se pueden ver dos protuberancias montañosas gemelas de 103 metros de altura que recuerdan los senos de una mujer y que han bautizado con una cadencia erótica: son las Tetas de María Guevara. Parece que su nombre se debe a una hermosa mestiza muy popular entre los pescadores y habitantes de la zona. Desde otro lugar de la carretera que bordea la isla se ve una formación que recuerda el perfil de una cara acostada y su nombre lo dice todo: La Cabeza del Indio Muerto, cuyo perfil se recorta en el horizonte con la majestad hierática de las piedras y de la muerte. En la isla también se encuentran parques naturales con animales salvajes como el parque Nacional Cerro COPEI, donde los árboles y la vegetación autóctona gozan de protección y se permite la entrada libremente para disfrutar de la naturaleza. Ha sido rehabilitado este mismo año. Nos alojamos en el Hotel Hesperia Isla Margarita, anteriormente llamado Isla Bonita, situado al noroeste de la isla y a 40 minutos de Porlamar, con toda la carga de historia, calidad y canciones que han forjado su devenir.

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