El poder de la mafia calabresa
A diferencia de la Cosa Nostra siciliana, esta organización criminal ha pasado inadvertida, al ser considerada la hermana pequeña de otros grupos y estar formada por personajes rústicos. Pero las apariencias engañan, como se demostró en agosto
Calabria es la punta de la bota italiana. Un territorio agreste y de difícil acceso, poblado de gente ruda y que hasta hace poco se dedicaba sólo al pastoreo. Aquí la vida nunca ha sido fácil y el Estado siempre ha contado poco. Es ahí donde nace y se desarrolla la Ndrangheta, la asociación criminal considerada hoy día como la más potente de Italia y una de las más fuertes a nivel mundial. A diferencia de la mafia siciliana, tantas veces llevadas sus historias al cine o a la literatura, o a la Camorra napolitana, protagonista de portadas de periódicos por sus hechos de sangre, la Ndrangheta ha sido invisible e ignorada. Su capacidad para pasar inadvertida, el ser considerada como la hermana pequeña de los otros grupos y el estar formada por personajes rústicos y un poco salvajes, al final se ha convertido en una ventaja para sus objetivos criminales. Una red mundial Según Julie Tingwall, fiscal de Florida: «es invisible como la cara oculta de la Luna». Subestimado su poder en la propia Italia y con una extraordinaria capacidad de mimetizarse en el extranjero, la Ndrangheta ha crecido sin obstáculos hasta crear una red de contactos única en el mundo y que van desde las mafias rusas hasta los narcotraficantes sudamericanos. Los tentáculos se extienden hasta Australia, Argentina, Canadá y Estados Unidos, todos ellos países, como Alemania, en los que existen colonias de emigrantes de origen calabrés. España es el lugar ideal para esconderse de la justicia italiana y Suiza sirve para lavar el dinero. De la existencia en Calabria de grupos de delincuentes organizados ya se hablaba en 1861 cuando el reino de Italia daba sus primeros pasos. En una región en la que la industrialización no había llegado, las familias de pastores en aquella época completaban sus ingresos con el secuestro de personas. A diferencia de la mafia, donde existe una comisión que organiza las familias, aquí cada grupo familiar, cosca, actúa de manera independiente, controlando directamente su territorio, donde ejerce el monopolio de los negocios lícitos e ilícitos. Este control es lo que ha llevado a las guerras entre familias, las faidas, como la de San Luca, que provocó hace pocos días la matanza de Duisburgo (Alemania). Son varias las faidas vigentes y que a lo largo de los años han provocado decenas de muertos en toda Calabria. La mujer en la Ndrangheta La organización es rígida. En cada familia hay un capobastone que dirige el grupo, junto un contable, responsable económico y un capocrimine que coordina las acciones criminales. Las mujeres tienen en la Ndrangheta un papel importante. Muchas veces las riendas de la familia están en manos de ellas, sobre todo cuando el jefe está en la cárcel. Las mujeres también son las que mantienen vivas las faidas, las venganzas, además de organizar matrimonios de conveniencia entre las familias amigas. «No os he criado para pagar las facturas de la luz y el agua», se escucha en una interceptación a Saveria Strangio, viuda de un capo, durante las escuchas que la policía realizó en la casa milanesa de uno de sus hijos. Según los investigadores, ha sido idea de una mujer la de dar nombres femeninos los países de la ruta de la droga: Olga y Beatriz significan Holanda y Bélgica, por ejemplo. Es precisamente a las mujeres a quien ha dirigido su llamamiento por el fin de las guerras el obispo de Locri, Giancarlo Bregantini, que conoce bien la zona. Principal negocio La droga ha llenado las arcas de la Ndrangheta. Tratando de tú a tú con los carteles de Colombia, las familias de los Morabito, Schiavone, Di Stefano, Di Lauro o Bidognetti, por nombrar las más destacadas, han llenado Europa de cocaína a bajo precio. Un negocio del que se calculan unos beneficios que van de 17 a 22 mil millones de euros al año. La extorsión y la usura, así como el tráfico de armas y la prostitución son otros negocios que producen grandes beneficios. Pero las familias, como en otras mafias, han querido entrar en actividades legales a través de las contratas de obras públicas. El caso de la autopista Salerno-Reggio Calabria es ejemplar. Una obra faraónica, cuya construcción dura más de treinta años, y a la que no se ve el final. Infiltraciones Las infiltraciones de los grupos mafiosos en las contratas y subcontratas, además de haber aumentado de manera increíble el precio de la contrucción, han ocasionado numerosos parones. Las denuncias de estas infiltraciones en los ayuntamientos han llevado a que entre 1995 y el 2006 se hayan tenido que disolver 32 juntas comunales en Calabria. Uno de sus objetivos en los últimos años ha sido la sanidad, gestionada por el gobierno regional. Facturas falsas o contratos a familiares son algunas de las numerosas denuncias presentadas por Francesco Fortugno, vicepresidente del consejo regional, y que hicieron que se ganara peligrosos enemigos. Su asesinato en el 2005 fue el primer salto de calidad de la Ndrangheta, que nunca hasta ese momento había atentado contra personalidades políticas de relieve.