Extremistas bajo vigilancia en Europa

||| Los extremistas pueden manifestarse legalmente en la mayoría de los países de Europa, pero bajo extrema vigilancia policial para prevenir choques entre grupos de signo contrario y evitar que pongan en peligro al resto de la ciudadanía. En Alemania, el país más atento, por razones históricas, a cualquier atisbo de resurgir neonazi, ha habido intentos políticos de prohibir partidos de extrema derecha y las manifestaciones suelen ser objeto de una batalla a favor o en contra de su autorización, pero de celebrarse siempre cuentan con amplia protección policial. En ese país, las marchas neonazis van siempre acompañadas de un fuerte dispositivo policial, generalmente el número de agentes es muy superior al de manifestantes para evitar disturbios. La policía acompaña además a los manifestantes en su camino al lugar de la manifestación; suele, por ejemplo, patrullar estaciones y pasillos del metro e impedir que en los vagones en los que viajan los neonazis entren otras personas. Las manifestaciones de radicales de derechas deben ser también protegidas de las contra-manifestaciones de militantes antifascistas, normalmente mucho mas concurridas y en las que suelen participar activistas muy violentos que buscan la confrontación. Los radicales de derechas y neonazis se agrupan fundamentalmente en torno al Partido Nacional Democrático Alemán (NPD) y de la Unión del Pueblo Alemán (DVU), formaciones legales que cuenta con diputados en varios parlamentos regionales. Políticos de los demás partidos reclaman la prohibición del NPD, pero no hay consenso para dar ese paso por la vía judicial, después de que una demanda del Gobierno y el Parlamento ante el Constitucional fracasara en el 2003 porque se descubrió que el grupo estaba infiltrado de agentes e informantes de la policía. En Austria están prohibidas las asociaciones neonazis y fascistas, pero hay grupos de extrema derecha.