Diario de León

Jaguar XF, sofisticado estilismo deportivo

Del clasicismo del S-Type a la modernidad del XF. Jaguar da un giro copernicano con una berlina de inspiración coupé, de cuidado estilismo y con una amplia gama de motores. Comenzará a venderse en marzo, con una tarifa entre 52.000 y 93.000 eur

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Diseño rompedor para el sustituto del S-Type. Jaguar lo publicita como el modelo de mayor rigidez torsional de su segmento y dotado de un cambio automático, con levas en el volante, más rápido que el del deportivo XK. Con estos mimbres y una longitud rayana en los cinco metros (1,88 de ancho) Jaguar propone una de las berlinas más grandes de su clase, aunque no lo parezca por su estilizado perfil de inspiración coupé, un parabrisas tan inclinado como el del XK y una luneta trasera enrasada con la tapa del maletero. La guinda del diseño, amén de la novedosa parrilla cuyo diseño toma carta de naturaleza en las nuevas propuestas del «Gran Gato», resulta ser un frontal bastante afilado (Cx de 0,29) que acaba por conferir un diseño general nada aparatoso. El interior hace gala de una lujosa realización, que se declina en un habitáculo de gran calidad, muy cómodo y amplio y con, eso también, un abultado túnel central para la transmisión -no se olvide que hablamos de un propulsión trasera- al que hay que «acostumbrarse» cuando se ocupan las plazas traseras. El maletero anuncia unos más que notables 500 litros de capacidad -con rueda de repuesto de emergencia- y 540 litros si se opta por el kit de reparación de pinchazos. Eso sí, la «boca» de carga no puede calificarse de panorámica ; es el tributo al diseño, pues ya se ha dicho que nuestro protagonista muestra un acrecentado estilismo «coupé». La opción del respaldo abatible por partes quitará hierro al asunto y permitirá alojar objetos especialmente largos. Y la curiosidad añadida... botón de arranque parpadeante -que «late», lo denomina el fabricante- para llamar la atención del conductor cuando éste accede a su puesto. Una vez presionado, emergerá lenta... y majestuosamente el selector circular del cambio de velocidades -toda una primicia-, también las cuatro toberas de aireación girarán hasta descubrir las rejillas. A cada lado del volante -herencia XK- se ubican las levas para actuar manualmente sobre la caja de cambios, siempre automática puesto que, de momento, el fabricante no contempla otro tipo de transmisión para el XF. También se ha recuperado la madera y el cuero, combinados con mandos en terminación aluminio e iluminados con «luz hielo», para un interior que rezuma brithis por sus cuatro costados y unos impactantes tonos claros en el panelado de puertas. Eso, por no hablar de otros innovadores elementos como el freno de estacionamiento eléctrico automático, sistema de reconocimiento de órdenes mediante la voz, telefonía con sistema Bluetooth o un equipo de sonido de alta -altísima- fidelidad. En el capítulo mecánico Jaguar recurre a motores tan conocidos como sobradamente probados. La gama del XF propone tres motores de gasolina y un gasóleo; éste último el V6 biturbo de 207 CV (de momento no se contempla el V8), mientras el apartado de gasolina se escalona en torno a arquitecturas V6 y V8 (todos multiválvulas). El primer escalón de gasolina es el 3.0 litros V6 (238 CV), mientras las dos siguientes propuestas, ambas V8 de 2.4 litros, que se declinan en primera versión atmosférica de 298 CV y en una segunda sobrealimentada (compresor volumétrico) de 416 CV. El XF, que se ofrece en tres acabados, hace gala de un completo equipamiento de seguridad, entre el que se incluye el capó delantero con protección de peatones.

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