Diario de León
JUAN DARIEN

JUAN DARIEN

León

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Cargado de determinación, el presidente de Portugal es un trabajador infatigable, quizás en recuerdo a su juventud, cuando conoció el trabajo en el campo de la mano de su abuelo y se involucró en el mundo del deporte. Ese carácter decidido le llevó incluso a ser campeón nacional de los 110 metros vallas, y en su trayectoria política no ha olvidado ese pasado cuando ha tenido que ir sorteando obstáculos para dirigirse hacia la meta sin descanso. En su autobiografía, Aníbal Cavaco Silva asegura que nació el 15 de julio de 1939 en «una pequeña y desconocida aldea» del Algarbe llamada Boliqueim, y recuerda como con catorce años su abuelo lo puso a trabajar en el campo como castigo al no aprobar el curso en la Escuela Comercial e Industrial de Faro. Hijo de un gasolinero rural, el actual presidente de Portugal fue primer ministro durante una década (1985-95) y logró más del 50% de los votos cuando accedió a su actual cargo en enero del 2006, en un momento histórico para el país luso, ya que se convirtió en el primer mandatario conservador que accedió a Belém en los treinta años de democracia que ha vivido el país vecino. Alto, delgado -sólo las canas de las sienes revelan que ya cumplió 68 años-, Cavaco Silva mantiene un ritmo de trabajo realmente ágil e incluso en la campaña electoral en la que alcanzó la presidencia se bromeaba sobre las complicaciones que tenían sus colaboradores más cercanos para seguir ese ritmo de actividad. Licenciado por la Universidad Técnica de Lisboa en 1964, realizó el servicio militar obligatorio en la entonces provincia de Mozambique y se casó de María Alves da Silva, una titulada en Filología Germánica con la que tuvo dos hijos, Patricia Maria -que le ha dado cuatro nietos- y Bruno. Cavado Silva obtuvo el doctorado en Economía por la Universidad de York en Inglaterra en 1974, desde donde regresó justo a tiempo para presenciar la Revolución de los Claveles en 1975. Tras su etapa como profesor universitario se inició en la política cuando fue nombrado Ministro de Finanzas en 1980 por Francisco Sá Carneiro. Con su trabajo para desmantelar gradualmente las regulaciones que frenaban la libertad de empresa se ganó una merecida reputación de hombre liberal. Pero esa etapa fue breve ya que tras fallecer el primer ministro en un accidente de aviación rechazó continuar en el gobierno formado por Aliança Democrática, que dirigía Francisco Balsemao. En 1985 regresó con fuerza a la política como líder del Partido Social Demócrata (PSD), una irrupción que supuso la ruptura de la coalición de gobierno que mantenía su partido con el Partido Socialista. En las elecciones generales siguientes se produjo un auténtico terremoto en el mapa político portugués. La irrupción del nuevo Partido Renovador Democrático de los partidarios del ex presidente Antonio Ramalho Eanes generó unas pérdidas importantes de escaños en todas las formaciones, a excepción del PSD de Cavaco Silva, que incrementaba sus diputados en 13 hasta alcanzar los 88. De este modo el actual presidente portugués se convertía en primer ministro el 6 de noviembre de 1985. Aunque tuvo a la actriz Gloria de Matos como profesora de dicción, dicen sus críticos que nunca logró convertirse en un buen orador ni un polemista brillante. Sus ausencias en los debates parlamentarios hicieron que algunos dirigentes de la oposición lo acusasen de «arrogante y prepotente», aunque sus partidarios aseguraban que «su timidez era confundida con arrogancia». Sin embargo, una de las frases que pronunció en aquella etapa aún le persigue: «Nunca me equivoco y raramente tengo dudas». Las bajadas de impuestos y la liberalización económica, incluyendo privatizaciones de empresas públicas, unidas a la llegada de fondos de la Unión Europea dieron origen a varios años de crecimiento económico ininterrumpido, lo que hizo subir la popularidad de Cavaco Silva. Pero en el parlamento las cosas no se las ponían fáciles y el año 1987 le trabajo sensaciones agridulces. Cuando el PRD le retiró su apoyo perdió una moción de censura. Pero en las elecciones anticipadas que tuvo que convocar el presidente Mario Soares el resultado de Cavaco fue superior a las previsiones más optimistas y salió muy reforzado con una mayoría absoluta al lograr el 50,2% de los votos y 148 de los 250 escaños. La segunda fuerza, el Partido Socialista, se quedó con apenas sesenta parlamentario. Confiesa en su autobiografía que «impuso disciplina» a los diputados del PSD basada «en el reglamento del grupo parlamentario del PSOE», ya que Felipe González le facilitó una copia del mismo. Portugal vivía por vez primera en su historia una mayoría absoluta en el parlamento, una situación que se vio renovada en 1991, aunque ahí se abrió una etapa más dura. El elevado nivel de paro y algunos escándalos de corrupción llevaron a Cavaco Silva a anunciar su decisión de no seguir liderando su partido, y todas esas situaciones generaron la pérdida de 48 escaños en las siguientes elecciones. En 1996 optó por dirigir su carrera política hacia la presidencia de Portugal, pero fue derrotado por el alcalde de Lisboa y candidato socialista Jorge Sampaio. Cavaco optó por apartarse de la política por un tiempo y ejerció como directivo en el Banco de Portugal hasta el 2004, cuando volvió a la Universidad para convertirse en profesor de la Escuela de Economía y Gestión de la Universidad Católica de Portugal. «Debemos tener la sabiduría de cuando pasa un cierto tiempo retirarnos, porque lo que el electorado comienza a valorar, por encima de todo, es la palabra cambio», escribió en su autobiografía en referencia a su salida de la política. Pero en octubre de 2005 y tras casi una década, optó por regresar de lleno, marcando cierta distancia con su partido, para presentar de nuevo su candidatura a la presidencia, en una decisión que siempre achacó a la «profunda crisis» que existía en Portugal y su convencimiento de que podía ayudar a superarla. El 22 de enero de 2006 fue elegido con más del 50% de los votos en la primera vuelta. En segundo lugar quedaba el diputado y poeta socialista Manuel Alegre, repudiado por su partido, con algo más del 20% del sufragio, y por detrás el ex presidente Mario Soares, que aspiraba a un tercer mandato con respaldo del Partido Socialista, del que es líder histórico, que logró el 14%. Tomó posesión el 9 de marzo del 2006, en una ceremonia a la que acudieron los Príncipes de Asturias, con los que precisamente se reencontrará mañana en León. Su primera decisión como presidente fue otorgar a su antecesor, Jorge Sampaio, el gran collar de la Orden de la Libertad. Al tomar posesión Cavaco reiteró su compromiso de establecer con el Gobierno socialista una «cooperación leal y fructífera» basada en «consensos amplios» para conferir al país una «estabilidad política dinámica». Cinco fueron los desafíos que se marcó hasta 2011: sacar a la economía de su estado de anemia; aumentar la cualificación de los trabajadores, las empresas y la enseñanza; mejorar la eficacia de la justicia; mantener la sustentabilidad de la Seguridad Social; y, dar más credibilidad al sistema político a través de la lucha contra la corrupción. Cavaco Silva ha escrito los ensayos Economic Effects of Public Debt ( 1977), Finanças Públicas e Política Macroeconómica (1982), As Reformas da Década (1995), Portugal e a Moeda Única (1997), União Monetária Europeia, Funcionamento e Implicaçoes (1999) y Crónicas de Uma Crise Anunciada (2001). Su trayectoria le ha reportado el Premio Joseph Bech, concedido en 1991 por la Fundación Alfred Toepfer F.V.S. de Hamburgo, junto al Premio a la Libertad de la Fundación Max Schmidheiny de la Universidad suiza de St. Gallen en 1995, el Premio Carl Bertelsmann de la Fundación homónima basada en la ciudad alemana de Gütersloh también en 1995. El presidente de Portugal es doctor honoris causa por las universidades de York (1993) y A Coruña (1996) y desde mañana de la de León.

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