Diario de León

Nuevo C5, revolución estética en Citroën

¡Menudo cambio!. Citroën rompe moldes con su nuevo C5. Una preciosista berlina del segmento medio-alto de impecable realización y apreciables sensaciones dinámicas. Comenzará a venderse en primavera, con una tarifa todavía por determinar, aunqu

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Nada que ver con lo anterior. El nuevo C5 lanza al chevron a la competencia con las más depuradas realizaciones del segmento medio-alto. Sin fruslerías como el arranque de botón o la apertura por tarjeta y «perdiendo» el portón trasero al que, dicho se a de paso, tan aficionado ha sido siempre el fabricante galo, el C5 se convierte en toda una valiente apuesta para el fabricante generalista que, con esta realización, se lanza a la batalla con los constructores especialistas. Si las dos anteriores propuestas del C5 pecaban de insulsas, la realización que ahora propone Citroën no pasa desapercibida. Se diría que este C5 es de esos coches capaces de llamar la atención: revolución estética, imagen más deportiva, elegante presentación y el estreno de la última evolución de la suspensión neumática Hidractiva III+... eso, por no hablar de la variedad motorística con -desde luego- especial hincapié en la mecánicas turbodiesel. Consecuencia: un coche tan distinto... que acaba por convertirse en un uténtico C5 de última hornada. La berlina llegará al mercado español a finales de marzo y poco después, el Tourer (familiar), con una tarifa que se mantiene todavía en secreto, aunque bastante similar a la actual; es decir, que los precios del nuevo C6 arrancarán alrededor de los 21.500 euros y que, según la pautas galas, llegarán hasta los 38.000 euros en las versiones más equipadas. Tomando como base la plataforma del buque insignia C6 y heredando los planteamientos estéticos que ya iniciara Citroën con los nuevos Picasso (5 y 7 plazas), el nuevo C5 hace gala de una profunda evolución que le sienta de maravilla al renovada propuesta del chevron para el segmento medio-alto que, además, puede presumir de unas cotas de las más generosas de su categoría: 4,78 metros de largo, tres centímetros suplementarios en referencia al actual C5 y, lo mejor, tres centímetros más bajo; de forma que el primer golpe de vista se centra en un coche más afilado , con esa filosofía coupé cuatro puertas tan en boga últimamente para las berlinas modernas. Así, el C5 hace gala de una imagen más potente y atractiva. Una boca de refrigeración que se enseñorea de un frontal presidido por el emblema del chevron y unos estilizados faros delanteros, personalizan un estilismo que, en los laterales, se distingue por unas singulares nervaduras en las puertas, que se adentran hacia la zaga. Una armonía que se pone también de manifiesto en un techo descendente, que termina entroncándose con una tapa de maletero rematada por un discreto deflector aerodinámico. El nuevo, y optimizado, estudio aerodinámico del C5 se pone de manifiesto en un Cx de 0,30 aunque, eso también, las nuevas propuestas de equipamiento y medidas de seguridad traen como consecuencia que el coche pese ahora 80 kilos más que su antecesor, por mucho que se utilice el aluminio en el capó delantero y en la mayoría de elementos de la suspensión. El interior del habitáculo evidencia el cambio marcado por el C5. Al volante de núcleo fijo, que ya ha credo escuela en Citroën desde que el fabricante lo incorporase en el C4 y que aquí quizá adopte demasiados botones, se añaden ahora delicadezas opcionales como la regulación específica en el cabezal y la zona de los hombros, lo que, junto a los habituales reglajes longitudinales y de respaldo, proporciona una comodísima postura de conducción. La realización del salpicadero, cuadro de instrumentos y la propia instrumentación, hace gala de un refinamiento inédito en la marca, alejado de ciertas excentricidades otrora conocidas y con profusión informativa. También los materiales, y sus ajustes, se han revisado al alza, lo que contribuye a realzar la sensaxción interior del coche. El aumento de cotas, con respecto al C5 hasta ahora en catálogo, beneficia la habitabilidad interior: 65 centímetros suplementarios en la batalla (distancia entre ejes) proporcionan mayor amplitud, sobre todo en las plazas traseras, de forma que no agobia la menor altura de techo por mor de esa comentada línea «coupé cuatro puertas» de la que ahora hace gala el C5. La nueva configuración tricuerpo -maletero separado- del C5 ofrece 439 litros de capacidad en el zona de carga (32 litros menos que antes, con el portón) si se opta por llevar rueda de repuesto normal y 467 litros si se elige la opción del kit «reparapinchazos». Eso sí, la generosa amplitud de la boca de carga no es obstáculo para estibar cómodamente cualquier objeto y los respaldos abatibles por partes, permiten transportar objetos especialmente largos. Siete motores Siete mecánicas, cuatro de ellas turbodiesel, conforman la oferta motorística de la nueva gama C5. El apartado de gasolina arranca con el 1.8 (125 CV), sigue con el 2.0 (140 CV) y corona la oferta con el V6 de 210 CV. Las propuestas diesel se inician con el modesto 1.6 HDI de 110 CV, para seguir con otras ofertas más acordes con la envergadura de nuestro protagonista: 2.0 HDI de 138 CV, el 2.2 HDI de 170 CV y, sobre todo, el V6 HDI de 204 CV. Las versiones pequeñas , tanto en gasolina como en diesel, montan cambio manual de 5 velocidades; a versión intermedia (170 CV) se une a la caja de 6 marchas y el superior V6 al cambio automático de 6 relaciones. La versión 2.0 HDI se venderá con los dos tipos de caja de cambios y 2.0 litros gasolina solamente con la caja automática de 4 marchas. Aunque la gama española no está aún totalmente definida, sí se sabe que todas las versiones que se vendan en nuestro mercado montarán de serie siete airbag, ESP, climatizador y radio con CD, por apuntar sólo algunos de los elementos más significativos. Como tantas veces, la versión más equilibrada por relación precio/prestaciones o, si se prefiere, por utilidad práctica, el turbodiesel de 138 CV se muestra de lo más interesante; con un funcionamiento muy elástico, fácil de conducir y con una media de consumo por debajo de los 8 litros (alrededor de 7,8) lo que nos permitirá rodar 850/860 kilómetros sin visitar el surtidor. Eso, claro, por no hablar del HDI de 170 CV que, unido a la caja de 6 marchas, se muestra también ciertamente sugestivo. En suma, que Citroën se punta un tanto -y sube muchos enteros- con su nueva propuesta del C5. La inspiración, en la herencia C6, le viene de maravilla a esta novedosa propuesta del chevron .

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