Homenaje al rey de la cocina berciana

Naturalmente hablamos del botillo, ese humilde embutido que gracias al cariño que le profesa uno de los más famosos comunicadores del país, el también berciano Luis del Olmo Marote, se ha convertido en una de las principales bazas de la gastronomía leonesa más allá de nuestras fronteras provinciales. Y cada año por estas fechas la Venatoria, sociedad deportiva y cultural de gran raigambre en León, dedica un día a disfrutar de las excelencias del Botillo, sencillo soldado al que, como decimos, se le han concedido las estrellas de capitán general. Para ello se reúnen en torno a la mesa, a las mesas para ser exactos, cerca de quinientos comensales que solamente son capaces de bailar al final de la fiesta culinaria gracias a las milagrosas propiedades de un chupito de orujo, también berciano. En la reseña del acto hemos querido en esta ocasión hacer una mención especial a los organizadores, por un lado las bodegas Adriá y por otro a los servicios de hostelería que para el evento organiza la empresa Hoteleón, emparentada con el muy ilustre restaurante Jabalquinto. Las bodegas Adriá, ponen las materias primas, las empanadas, la cecina, los chorizos, las patatas, las verduras, los botillos, los postres... y sus estupendos vinos, tinto y clarete elaborados a partir de la uva Mencía, exquisitos y muy apropiados para degustar las viandas que el menú proponía. Pero hay que destacar la labor de los jóvenes profesionales de Hoteleón, que milagrosamente consiguen que todo esté en su punto, que las viandas lleguen calientes a las mesas, que un lugar sin acondicionamiento hostelero alguna, se convierta en un auténtico restaurante de varias estrellas, cosa nada fácil cuando se trata de atender a cientos de hambrientos comensales. Un trabajo que merece ser destacado.