Diario de León

Yakarta se hunde cinco centímetros cada año

La extracción abusiva de las aguas subterráneas y el crecimiento desorbitado de la capital de Indonesia están dañando la zona, y si no se pone en marcha una solución la ciudad se inundará en el 2050, en una catástrofe que afectará a millones de

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El crecimiento y la extracción masiva de aguas subterráneas hunden Yakarta unos cinco centímetros al año, suficiente para que en cuatro décadas se inunde gran parte de la superpoblada capital indonesia. «Si no se pone remedio, un tercio de la ciudad estará bajo el agua en 2050, una catástrofe que afectará a millones de personas», asegura a la Agencia Efe Hongjoo Hahm, principal especialista en infraestructuras del Banco Mundial (BM) en Indonesia.

«Tendrá unas consecuencias sociales enormes», añade Hongjoo Hahm, y apunta que «va a afectar especialmente a los más pobres», quienes viven en la costa y junto a los canales de esta ciudad en la que año tras año se multiplican y agravan los efectos de las inundaciones causadas por las lluvias torrenciales y las mareas.

El principal problema es el crecimiento urbanístico desaforado de Yakarta, que se ha convertido en una de las mayores urbes del mundo, al pasar en los últimos 40 años de los 5 a los 25 millones de habitantes en el conjunto urbano de Yakarta y los alrededores.

La llegada de emigrantes atraídos por el despertar económico del país se ha traducido en una fiebre constructora que ejerce un peso increíble sobre el terreno en el que se asienta la capital.

De rascacielos a chabolas

Las decenas de miles de edificios que se han levantado en las últimas cuatro décadas en Yakarta, desde rascacielos a chabolas, y la red de infraestructuras, que incluyen autopistas, centros comerciales, estadios, obstaculizan en muchas ocasiones las vías naturales de desagüe de los ríos.

A esta situación hay que añadir la extracción de aguas subterráneas, especialmente para uso industrial, que vacía el subsuelo de la capital y facilita el hundimiento de la población.

«Los cálculos más optimistas indican que nos hundimos unos cinco centímetros al año», apunta el propio Hongjoo Hahm.

Un reciente informe del Banco Mundial estimaba que cerca del 40 por ciento de la capital indonesia se encuentra entre un metro y metro y medio por debajo del nivel del mar.

El cuadro empeora al incluir las precipitaciones torrenciales que caen sobre Yakarta en la estación lluviosa, que por lo general se prolonga de noviembre a febrero, y el ciclo de mareas que afecta a la capital con oscilaciones de varios metros.

Un aguacero ininterrumpido entre el 1 y el 2 de febrero de este año dejó entre 150 y 300 litros por metro cuadrado y día en Yakarta.

A causa del cambio climático, las precipitaciones son cada vez más abundantes y repentinas y «el agua no tiene salida al mar» por el bloqueo de las vías de desagüe y el progresivo hundimiento de la ciudad, argumenta Hongjoo Hahm.

La basura colapsa los canales

El especialista del Banco Mundial asegura que el sistema de canalizaciones de la capital funcionan a menos del 50 por ciento de su capacidad original debido a que la basura y los sedimentos de los ríos «colapsan los canales».

Luego están las mareas, que en el Sudeste Asiático siguen sus oscilaciones diarias y unos ciclos de alzas y bajas de dieciocho años y medio, un fenómeno que cada vez se siente más en la capital.

Los expertos estiman que el calentamiento global aumentará en los próximos años el nivel de los mares unos cinco centímetros.

Recetas del Banco Mundial

Las recetas que han sido diseñadas desde el Banco Mundial contra la catástrofe consisten en «volver a la capacidad original» de las vías de desagüe, habilitar más canalizaciones y detener de manera inmediata la extracción de aguas subterráneas, medidas valoradas en unos 5.000 millones de dólares (3.958 millones de euros).

«Además se pueden construir barreras defensivas, como en Londres o en San Petersburgo, para evitar las inundaciones provocadas por las mareas», explica Hongjoo Hahm.

«Hay que empezar a trabajar ya para atajar este problema, sino será demasiado tarde», concluye el especialista.

tracking