Por razones sentimentales-¦ Giulietta

Giulietta, en clave de XXI. Muy pocos días antes de lanzar las fotos oficiales del sustituto del compacto 147, en la centenaria Alfa todavía se barajaba la posibilidad de llamarlo Milano-¦ sólo que, con muy buen criterio -”cabría añadir-”, los responsables del Biscione optaron finalmente por bautizarlo Giulietta en homenaje a uno de los modelos que, entre mediados de los cincuenta y sesenta, hicieron historia en los catálogos de la marca.

A la venta desde el 2000 -”posteriormente renovado cuatro años después-” el 147 ha venido representando el espíritu de Alfa en uno de los segmentos más competidos del mercado europeo. Testigo que ahora recoge el nuevo Giulietta con, a tenor de lo que muestran las primeras fotos oficiales, todos los predicamentos para hacerse otro renovado hueco en el corazón de los alfistas : frontal inspirado en el MiTo, vista lateral herencia Bravo y ruptura zaguera, en el sentido de romper con la «distribución circular» típica del espectacular 8C Competizione, también del MiTo.

Con 1,3 centímetros suplementarios respecto a la longitud del sustituido 147, el Gulietta (4,35 metros totales), mide 1,80 de ancho y 1,46 de alto, aunque su mayor baza habría que buscarla en una generosa batalla: 2,63 metros entre ejes y 350 litros de capacidad del maletero (58 más que el 147).

Cuatro motores

Cuatro mecánicas conformarán la inicial propuesta del Giulietta, dos gasolina y otros tantos gasóleos, equipados de serie con sistema Start&Stop .

En gasolina, ambos con turbocompresor, se montan el 1.4TB de 120 CV y el 1.4TB MultiAir de 170 CV. Mientras la oferta diesel se declinan en el 1.6 JTDM de 105 CV y el 2.0 litros de 170 CV unidos, entre otras, a una inédita caja de cambios con doble embrague y repartidos en tres acabados: Progression, Distinctive y Sport.

Posteriormente -”para seguir con los guiños-” llegará la versión más deportiva de la gama, el Quadrifoglio Verde con un motor 1.7 litros Turbo de 235 CV.

Como en el pequeño MiTo, también el nuevo Giulietta montará el manettino DNA, que permite seleccionar y personalizar los modos deportivo o de baja adherencia para el comportamiento dinámico del coche. El DNA, que se monta de serie en toda la gama, permite modificar los parámetros de funcionamiento del motor, el cambio, la dirección, el diferencial electrónico Q2 y el comportamiento -”más o menos intrusivo-” del control de estabilidad (VDC).

La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, tipo McPherson la delantera y bi-link (doble brazo) la trasera, la dirección lleva asistencia eléctrica y también se monta DST (Dynamic Steering Torque) un sistema que ayuda a prevenir el sobreviraje (deslizamiento del tren delantero) en condiciones extremas de adherencia o conducción deportiva.

Entre las guindas estético-prácticas, acordes con el Virus Alfa , el Giulietta marcará tendencia: salpicadero de líneas horizontales inspiradas en la «limpieza de diseño» que caracterizaron las realizaciones de los años 60 y 70 y con un guiño a la deportividad clásica que su diseñadora Rosella Guasco, discípula de la escuela Bertone , denomina de «doble personalidad» por el contraste de los materiales utilizados, entre los que destaca el aluminio auténtico -”nada de «simil»-” que puede pulido -”color natural-” o recubierto de una película transparente en dos diferentes tipos de piel y, opcionalmmente, en cuatro colores: rojo 8C, azul oscuro, blanco y rojo pastel. Eso, por no hablar de un revalorizado tratamiento del tradicional scudetto frontal que preside, con marcada autoridad, el morro del Giulietta.

Se trata, en suma, de seguir alimentando esa mágica leyenda (rigurosamente «falsa», como casi todas-¦ ahí está su gracia) atribuida a una dama italiana que decía: en Alfa hay muchos «Romeos» y muy pocas «Giuliettas»-¦ o algo parecido.

Ahora, en los 10 del XXI, ritorna otra sugestiva Giulietta a los catálogos del Biscione . ¡Auguri! .