Diario de León

CANTO RODADO

nostalgia

ya no huele a penicilina en león, pero el aroma de la nostalgia recorre la provincia con prácticas de ordeno y mando y juras anacrónicas

León

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Hace tiempo que Antibióticos no huele a penicilina. El singular aroma a podrido deambulaba por la ciudad mecido por los vientos. Armunia, la que cedió los terrenos para levantar la fábrica, era el lugar de reposo de los miasmas de la fermentación. Cada cierto tiempo, las autoridades civiles propagaban el mensaje tranquilizador. Los efluvios de Antibióticos no eran contaminantes. Ni perjudiciales para la salud. La fábrica era segura y próspera. Los sueldos, de los mejores de León y alrededores.

Un día, hace ya mucho tiempo, empezaron a levantar factorías de penicilina en China. Como ocurrió con la industria textil, los señores de negro hicieron cuentas y pensaron que con una mano de obra en régimen de semiesclavitud y sin controles de seguridad era evidente la rentabilidad de producir en Oriente y vender en Occidente.

La fábrica de Antibióticos S. A., en Armunia, empezó a oxidarse y a cambiar de dueños. Aunque la Junta no dejaba de meter dinero en la factoría, la plantilla menguaba año tras año. Ahora que Antibióticos ya no rezuma efluvios malolientes, es una no-fábrica insegura y contaminante. Y con este cuento cierran la fábrica.

Aznarismo

Cerramos una semana de cuentos chinos en la no podía faltar la aportación impagable de la presidenta de la Diputación provincial. Isabel Carrasco cuenta que los ayuntamientos sobreviven gracias a su generosidad. La Aznara de León, fue Aznar quien la nombró delegada de la Junta hace 26 años y desde entonces no se ha bajado del caballo de la política, se mueve como pez en el agua en una institución bicentenaria en la que las reglas democráticas se reducen a la suma de los votos del pleno y un poco de resuello para el desahogo de la oposición a través de modernos micrófonos. Una institutición añeja en la que el reparto de los fondos locales se hace en proporción a la representación política y no en función de las necesidades de cada pueblo. La Diputación es una institución como Dios manda en la que manda Isabel y permite a Carrasco proyectarse como una alargada sombra por toda la provincia. Una sombra incuestionable e incontestable.

Felipismo y rajoyismo

Para impresentable el cuento de Felipe González, el que cobra de Gas Natural y de nuestros impuestos, reunido con Rajoy, el que nos sube los impuestos sin parar, en La Moncloa. Felipismo y rajoyismo dándose palmadas y haciendo un corte de mangas al aznarismo para que la imagen internacional del presidente del Gobierno del PP salga reforzada con la excusa de que preparan el terreno para un gran pacto entre PP y PSOE que nos saque de la crisis. Aquí puede apuntarse un tanto Tino Rodríguez que ya pactó con Isabel Carrasco la salvación de Valderas en contra de la doctrina del Tribunal Constitucional y de las reglas de la democracia: nombrando a una alcaldesa y a concejales a dedo.

Gutierrismo

La ola de nostalgia cargada con el mensaje de que cualquier tiempo pasado fue mejor recorre la provincia. Y el Ayuntamiento de León, que no tiene de qué preocuparse porque los parados son cosa de Rajoy o si acaso de Herrera, se entretiene en organizar juras de bandera para el personal civil. Emilio Gutiérrez nos quiere poner firmes y nos invita a vestir de traje oscuro (a los hombres) y de traje corto (a las mujeres) para besar a la rojigualda. Pero sin carmín. «Para no manchar la bandera», precisa. ¿Por qué será que las mujeres siempre llevan algo que mancha?

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