Diario de León

Cóctel de vitamina D y fuerza para mayores en un estudio pionero de la ULE

Un total de 392 personas se presentaron para participar en la investigación que analiza los efectos del nutriente y el entrenamiento en la calidad de vida en personas de 65 a 80 años

Una de las mujeres participantes entrena con el profesor José Antonio de Paz (derecha) y el graduado. FERNANDO OTERO

León

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Cien leoneses y leonesas, a partes iguales y con edades comprendidas entre los 65 y los 80 años han sido seleccionados entre las 392 personas que se presentaron como voluntarias para entrenar en un gimnasio dos días a la semana bajo la supervisión de especialistas en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

El catedrático de Fisiología y médico especialista en Biomedicina, José Antonio de Paz, está al frente del equipo que busca averiguar los efectos de la suplementación de vitamina con el entrenamiento de la fuerza en la expresión de una proteína, la ACE2 ( Angiotensin-Converting Enzyme 2), en las personas mayores.

El entrenamiento, que es gratuito, durará un año y es individualizado. En base a la valoración de la fuerza máxima de cada persona se programan las cargas del entrenamiento. Este programa innovador está enfocado al envejecimiento saludable y a la vez servirá para analizar el efecto sobre el covid-19, ya que se trata de la misma proteína por la que penetra el virus en las células.

«La ACE2 es una proteína que se hizo famosa en la pandemia porque se une en la membrana de las células con un receptor a través del cual el covid se introduce en las células», explica el catedrático de Fisiología del Departamento de Ciencias Biomédicas de la ULE.

Ahora se quiere ver cómo la fuerza en combinación con la vitamina D, que es un antioxidante, puede mejorar la calidad de vida y la capacidad funcional de las personas mayores. «El déficit de ingesta de vitamina D influye en la salud ósea y en la pérdida de masa muscular», subraya De Paz.

La vitamina D se sintetiza con la exposición a la luz solar o se obtiene de alimentos y suplementos. Este nutriente influye en más de 200 genes relacionados con la regulación del calcio, la respuesta inmunológica e inflamatoria, la presión arterial, la función celular y el metabolismo.

En España, la deficiencia o insuficiencia de vitamina D es común: más del 80% de los mayores de 65 años y el 40% de los menores de 65 años 3. La vitamina D podría tener un efecto positivo sobre la fuerza muscular y el rendimiento a un periodo de entrenamiento de fuerza.

Estudios en animales sugieren que la vitamina D puede aumentar la expresión de ACE2, que está relacionada con la salud cardiovascular y la respuesta al estrés oxidativo. Se desconoce si está relacionada con ACE2/Ang 1-7/MasR y su papel en el covid-19. A partir de estos resultados se ha planteado el estudio en humanos. «ACE2 se encuentra en diversos tejidos, incluyendo el músculo esquelético, y su relación con Ang 1-7 puede contribuir a la preservación de la masa muscular y la densidad ósea 2, al regular la inflamación y la función vascular 3», según explican los autores del proyecto. Además, los niveles de ACE2 podrían afectar a la severidad del Alzheimer. Esta proteína es la puerta de entrada para el SARS-CoV-2, y su nivel de expresión está vinculado a la gravedad y recuperación en covid-19 .

Las personas mayores participantes en el estudio pionero de la ULE están supervisadas en su entrenamiento por la doctoranda Nidia Sánchez García, y el graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Javier Santos Pérez.

Para hacer la selección de una de cada cuatro de las 392 personas voluntarias que concurrieron a las pocas horas de hacerse público el llamamiento, hicieron primero una historia clínica, para descartar personas con enfermedades crónicas no controladas, se hizo una prueba de equilibro y otras pruebas funcionales sencillas.

Además, se completó con y estudio de la salud corporal y una densitometría, bioimpedencia y función cognitiva. Se valoró la fuerza máxima en las extremidades inferiores y superiores. A las personas seleccionadas después de este primer filtro se les hizo a mayores una prueba de esfuerzo cardiológico con análisis de gases y una extracción de sangre para medir la proteína.

Los entrenamientos se realizan por fases a cuyo término las personas pasarán nuevas pruebas para ver los efectos en su organismo del ejercicio pautado. Una parte del grupo tiene vitamina D suplementada y otra parte no, para poder comparar resultados.

A las personas no seleccionadas inicialmente se les ofrece la posibilidad de seguir el entrenamiento, aunque en este caso no se puede financiar el coste del gimnasio. También se está valorando la posibilidad de realizar minigrupos con personas que padecen Epoc o personas que llevan marcapasos, a los que se propondrían ejercicios y alguna actividad adaptados a su situación física.

El estudio tiene una duración de cuatro años. En la primera fase, desde octubre a enero, se hizo un entrenamiento con jóvenes para poder comparar con los resultados que salgan del grupo de personas de 65 a 80 años.

El proyecto ACE2 está bajo la supervisión de un equipo multidisciplinar que lleva a cabo este proyecto incluye personas expertas en psicología, nutrición y ciencias del deporte. Las personas que participan contribuyen a la investigación a la vez que mejoran su calidad de vida y capacidad funcional.

Una de las mujeres participantes entrena con el profesor José Antonio de Paz (derecha) y el graduado. FERNANDO OTERO

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