La Unidad Piloto de Alcohol de La Bañeza arranca con 15 pacientes
La enfermería es el pilar de este proyecto que se realiza con carácter experimental durante un año para reducir los daños personales, familiares, sociales y laborales que causa el consumo de alcohol

Xenia Pérez González, enfermera de práctica avanzada de Digestivo en La Bañeza premiada por su comunicación.
Detectar y ayudar a bebedores precoces y bebedores de riesgo es el objetivo de la Unidad Piloto de Alcohol que se ha puesto en marcha en las zonas básicas de salud La Bañeza I y La Bañeza II.
Se trata de una iniciativa conjunta de Atención Especializada y Atención Primaria que desarrolla la enfermera de práctiva avanzada Xenia Pérez González, adscrita al servicio de Digestivo del Caule. Con la captación de esta población bebedora precoz o de riesgo intentan «romper la cadena de daños personales, familiares, laborales y sociales antes de que sean irreparables», explica la enfermera.
El proyecto se lleva a cabo desde un marco multidisciplinar con implicación de médicos de Atención Primaria y del Caule (Psicología, Psiquiatría y Hepatología) pero con un protagonismo claro por parte de la Enfermería.
La enfermería es el pilar de la consulta y la atención a cada paciente se realiza a partir de los resultados de dos tipos de test Audit con 20 preguntas cuyas respuestas determinan si el paciente es candidato a la consulta y el grado de atenciones.
Preguntas como si se ha caído alguna vez por beber o si alguien en su familia le ha dicho que tiene problemas con el alcohol son algunos de los indicadores para determinar el riesgo del consumo de alcohol en cada persona y los daños que le pudiera estar ocasionando. «El algoritmo determina si el paciente puede ser atendido en Atención Primaria o requiere ir a la consulta especializada», explica.
Cuando el resultado es poco o moderado, la enfermera trabaja con la persona mediante infografías, consejos y analíticas que muestran la evolución de su estado de salud. Cuando el paciente tiene más riesgo se acude a la consulta de Psicología y, si esta no fuera suficiente, se deriva a Psiquiatría.
La enfermera establece los estadíos y, si es preciso por los daños en la salud, se deriva a Digestivo, que cuenta con una consulta especializada para pacientes que presentan problemas graves. «Todo es privado, pero es importante que el paciente sea honrado porque en función de lo que contesten se pauta un trabajo personalizado», explica Xenia Pérez González. Desde su puesta en marcha, en junio de 2024, el proyecto ha atendido a una quincena de pacientes con este perfil. «Uno lo perdimos, cinco dejaron de beber, una mujer fue derivada a otro dispositivo por la base de su problema y seis están en seguimiento», apunta.
El ‘Estudio piloto de una Unidad de Alcohol en las zonas básica de Salud de Bañeza I y Bañeza II», presentado por Xenia Pérez González, ha recibido el premio a la mejor comunicación en el Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).
El programa piloto tiene una duración de un año y se espera que a la vista de los resultados, se consolide como una unidad estable en las zonas básicas de salud de La Bañeza. El estudio ha sido presentado a las asociaciones Arba y Arle, que trabajan en el ámbito de la rehabilitación de personas con problemas de alcoholismo. «Algunas personas que tienen problemas con el alcohol son reacias a ir a estas terapias; en otros casos, lo hemos solucionado y no ha sido necesaria, ya que no son enfermos que tengan una dependencia gravísima», explica Xenia Pérez. Con esta unidad se pretende reducir la hepatopatías graves que padecen pacientes debido a la ingesta excesiva de alcohol.
«Queremos bajar la incidencia para que los pacientes no tengan que llegar a la consulta hospitalaria especializada por problemas de salud ya graves» como son las cirrosis, el cáncer de hígado, la insuficiencia hepática, etcétera. Según el doctor Francisco Jorquera, jefe de Digestivo del Caule, el 90% de las patologías del hígado son prevenibles mediante hábitos saludables en la alimentación y eliminación de tóxicos como el tabaco o el alcohol.
El consumo de alcohol es uno de los factores de mayor riesgo, tanto por exceso como por precocidad por edad. Además, hay pacientes con cierta susceptibilidad para los que el único consumo seguro de alcohol es cero. Cada semana entre 120 y 130 pacientes pasan por las consultas de hepatopatías graves que hay en el área de salud de León. Que los pacientes no tengan que llegar a estas consultas porque el problema se ha atajado antes es el objetivo de la Unidad Piloto de Alcohol que se ha puesto en marcha, en fase de estudio, en La Bañeza. Esta iniciativa se desarrolla «a coste cero», apunta Xenia Pérez González, puesto que todos los profesionales involucrados lo hacen de forma voluntaria como parte de sus funciones asistenciales con el ánimo de mejorar la calidad de las personas y de la atención sociosanitaria que se presta.
El proyecto involucra a personal médico y de enfermería de Primaria, enfermería especializada, consulta de hepatopatía, psiquiatría y psicología clínica se desarrolla en los dos centros de salud de La Bañeza para abarcar a la población de ambas zonas. «Es un lujo tener este programa en esta comarca porque es una zona donde se bebe mucho».