Diario de León

Vivir a la luz del día y dormir sin Netflix

El médico Jorge García-Dihinx participó en León en las cuartas jornadas de nutrición del Satse

Jorge García-Dihinx durante su intervención en la jornada de nutrición del Satse.

Jorge García-Dihinx durante su intervención en la jornada de nutrición del Satse.virginia morán

Ana Gaitero

Creado:

Actualizado:

Vivir como las gallinas. Comer de día y dormir de noche. Reducir al máximo la exposición a la luz artificial y aprovechar los beneficios del sol. Es lo que hacía el ser humano en los tiempos remotos del origen de su existencia y a lo que debe acercarse el ‘homus digitalis’ en un mundo invadido por la luz artificial para resetear los ritmos circadianos que la vida moderna y la tecnología han trastocado.

Es lo que promueve Jorge García-Dihinx Villanova, especialista en Digestivo y Nutrición Pediátrica del Hospital San Jorge de Huesca, que participó en las IV Jornadas Nutrición y Salud organizadas por el Satse en León.

El desorden de los ciclos de luz y oscuridad en un mundo iluminado artificialmente tiene efectos sobre la salud. La glándula pineal, una pequeña estructura situada en el diencéfalo, es la encargada de regular el sueño-vigilia mediante la secreción de melatonina, hormona con fuerte efecto sobre la acción gonadal, además de oncostática, geroprotectora y antioxidante. 

Los ritmos circadianos están incrustados en la genética humana desde sus orígenes, cuando los ciclos vitales se desarrollaban a la luz del día y se aletargaban con la oscuridad. Hoy en día esos ritmos están alterados por la luz artificial y el estilo de vida de una sociedad que venera la tecnología y duerme (o se desvela) con ella. «Por la noche necesitas oscuridad, no Netflix», apunta el médico. De la misma manera, defiende la necesidad de exponerse a la luz del sol para estimular la melatonina subcelular que es la respuesta al infrarrojo del sol. 

Atender a los ritmos circadianos es clave para evitar trastornos como la diabetes tipo 2 o el déficit de vitamina D, según la teoría que defiende este médico que goza de una enorme popularidad en las redes sociales. «Algunas enfermedades modernas se deben a la luz moderna artificial que es una basura», asegura. Pero, ¿cómo liberarse de esta forma de vida en una sociedad que está organizada en colmenas de oficinas o industrias donde se pasa la mayor parte del día? 

Numeroso público participó en la jornada.Virginia Moran

El doctor Jorge García-Dihinx tiene su fórmula: «Hacer pequeñas paradas, aprovechar para pasear cuando se recibe una llamada, moverse cada dos horas y salir, no estar siempre en interiores». 

Ver la luz del amanecer «ancla el reloj circadiano que nos han modificado con la iluminación fuerte». Los rayos solares del alba y del atardecer son una de las mejores recargas para el cuerpo humano. «Se ancla el ritmo circadiano que nos ha modificado la iluminación artificial tan fuerte y tiene otros beneficios por estas luces son ricas en infrarrojos, pero no en ultravioleta por lo que preparan la piel para el sol caliente del mediodía», añade.

Los infrarrojos son un protector natural. «Proporcionan una protección acumulativa durante 24 horas», explica. El médico alerta de que el uso de gafas de sol o protectores solares, «que es petróleo», lo único que hace es «confundir al cerebro». Por eso, durante las horas de más sol y calor lo que procede es «retirarse a la sombra y usar gorro o ropa en lugar de echarse cremas», apostilla.

La sombra de los árboles es doblemente beneficiosa, como refrigerante y porque «la clorofila de las hojas rebota en los infrarrojos que ofrecen protección solar para ir a la playa. 

El 80% de la vitamina D, añade este médico, llega a través del sol. «Tenemos que recibir como un creador de salud no de cáncer. La naturaleza no está en nuestra contra», defiende. 

Jorge García-Dihinx recalca que «no deberíamos tomar lo que nuestro cuerpo puede fabricar» y asegura que con una buena exposición solar se podría reducir la mortalidad por cáncer y el melanoma en un periodo de cinco a diez años. 

Con la vitamina D sucede otro tanto de lo mismo. En plena polémica sobre la sobreprescripción que se ha producido de este suplemento desde la pandemia, señala que no se ha demostrado una mejoría de la salud de las personas. 

También combate la ‘demonización’ del colesterol. «El colesterol es tan antiguo como la vida misma. Se demonizó para encontrar explicación a la epidemia de infartos en Estados Unidos, pero, por ejemplo, en una persona mayor el colesterol bajo es síntoma de mala alimentación», aclara. 

Las estatinas como arma contra el colesterol tienen su cara b. «Liberan óxido nítrico, que produce calor y anticoagulante y mejoran el riesgo cardiovascular, pero también hay óxido nítrico que se libera con la piel desnuda», abunda al insistir en su consejo primordial: «Tomar el sol y no estar viendo la tele o con el móvil». 

Alimentos como los huevos, que se han descartado o reducido por atribuirles el colesterol, son de sus preferidos. «Me desayuno todos los días cinco o seis huevos revueltos y hago dos comidas al día», confiesa. Jorge García-Dihinx sostiene que nunca se debería comer fuera de las horas con luz solar. Hay que poner el foco en el espectro de luz como un factor que es determinante para la salud. Incluso dentro de la luz artificial, defiende las más tradicionales frente al impacto de las modernas bombillas.

tracking