Diario de León

Javier Robla: «Pronto tendremos en León neuronavegación para la cirugía de columna»

Entrevista con el Jefe del Servicio de Neurocirugía del Complejo Asistencial Universitario de León (Caule)

Ana Gaitero

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Javier Robla Costales es jefe del Servicio de Neurocirugía del Caule, una especialidad referente para las áreas de salud de León y El Bierzo, además de para el norte de Palencia y Zamora. En la entrevista repasa los hitos y retos del servicio cuya jefatura asumió hace año y medio.

—¿Cuáles son los retos del servicio de Neurocirugía?

—En este momento el servicio está en una época de transición con renovación del personal. Ha habido un rejuvenecimiento de la plantilla y estamos en una fase de crecimiento y de expansión. Queremos ampliar plantilla para ser un servicio más grande porque hemos aumentado el área de población que atendemos. Además del área de León, atendemos El Bierzo, el norte de Zamora, con Benavente y también la parte norte de Palencia. Estamos asumiendo un área más grande y también abarcamos más patología.

—¿En qué sentido asumen más patologías? 

—Siempre hemos asumido la patología cerebral y la patología de columna, pero en el momento actual asumimos la mayor parte de la cirugía de columna y toda la cirugía del nervio periférico. La carga de trabajo es mayor, la carga de patología es mayor y la asumimos de manera eficiente. Estamos consiguiendo tener la lista de espera en números adecuados, pero obviamente necesitamos ampliar nuestro servicio más todavía para poder asumir esa carga de trabajo. De columna asumimos casi todo, en su mayoría programada, pero también toda la urgencia que viene. La urgencia no es sólo la urgencia de nuestras áreas de salud que tenemos, de León, Bierzo, parte de Zamora y Palencia. Somos una provincia donde hay mucha gente en tránsito. Tenemos unas autopistas en las cuales hay accidentes de tráfico, entonces asumimos población que no es interna de nuestra propia área de salud, sino que son pacientes de otras comunidades o de otros países en tránsito, portugueses, franceses, etc.

—¿Qué personal médico tiene ahora el servicio y cuánto más se necesita?

—Estamos ahora con una plantilla de nueve médicos adjuntos y tres residentes. Esperamos poder llegar a conseguir uno o dos médicos adjuntos más.

—¿Qué porcentaje supone la patología cerebral y la de columna?

—En estos momentos estamos operando, a día de hoy, más o menos un 60% es patología de columna, un 40% de cráneo.

—¿Cuáles son los procedimientos más frecuentes en uno y otro caso? 

—En patología craneal predomina la patología tumoral, hidrocefalia y traumatismos. En columna operamos todos los segmentos: patología cervical, dorsal y lumbar. Asumimos toda la columna, ya sea traumática o degenerativa, por hernia discal o por artrosis.

—¿El envejecimiento de la población hace que se vea más patología degenerativa de columna? 

—Claro, tenemos que contar con que somos una provincia muy envejecida. A mayor población anciana es más frecuente, cada vez se vuelve más frecuente la patología degenerativa, como es la astenosis de canal, que es lo clásico, asociado a la edad.

—¿Hasta qué edad se está operando? ¿Hay un límite?

—Hace 20 o 30 años, a gente por encima de 75 años no se lo operaba. Ahora estamos viendo que la gente llega a edades por encima de 80 años. Lo importante no es tanto la edad del DNI, sino la edad biológica, o sea, lo bien que esté el paciente. Si el paciente tiene buenas condiciones físicas y no tiene una gran cantidad de patologías asociadas, estamos operando gente de 85 años e incluso algún caso de 90 años.

—El otro día comentaban en el curso de cirugía de base craneal que hay partes de la neurocirugía muy manuales. ¿No usan robots como el Da Vinci? 

—En nuestra especialidad también ha habido un importante avance tecnológico. No se utiliza el robot Da Vinci porque está indicado cavidades, por lo que se usa más en cirugía abdominal. En Neurocirugía utilizamos un TAC intraoperatorio y la neuronavegación. Con esta técnica de neuronavegación el médico es capaz, con la imagen del TAC intraoperatorio, de poder saber dónde estás en tiempo real en todo momento.

—¿Hay nuevas tecnologías que quieran introducir en Neurocirugía en el Caule? 

—El hospital está haciendo un esfuerzo muy importante en implementar esta tecnología y creemos que a 1 de enero la vamos a tener disponible para la columna. La neuronavegación en columna te da la capacidad también de colocar prótesis o implantes que necesitas en la cirugía de columna con precisión. Implantes que son difíciles de poner, con la neuronavegación y el TAC intraoperatorio resultan mucho más simples. Tiene la ventaja de que al final de la cirugía puedes realizar un nuevo TAC y ves dónde ha quedado colocado. Con la escopia convencional tienes una imagen pero no es tan exacta como la del TAC. Es probable que el 1 de enero, gracias al esfuerzo del hospital, tengamos el mejor sistema de navegación de columna lumbar disponible en el mercado. Hay que decir que la gerencia del hospital nos está apoyando de manera muy importante en la renovación tecnológica que necesitamos. Cuando asumí la jefatura, el servicio necesitaba una actualización tecnológica importante, porque los años y es necesario renovar nuestra tecnología. Somos una especialidad muy tecnológica, muy dependiente de tecnología y en estos momentos hay que decir sin ninguna duda que el hospital nos está apoyando. Es de agradecer porque esta renovación es necesaria y muy urgente y el hospital se ha volcado en apoyarla. Mejor no podemos estar en ese sentido, tenemos un apoyo total de la dirección del hospital.

—Efectivamente, en neuronavegación para cirugía cerebral también ha sido un referente este servicio. 

—Claro, a nivel cerebral es algo que está muy establecido desde hace años, porque se estandarizó antes que a nivel de la columna. La estandarización de la navegación a nivel de columna vino posteriormente, pero a día de hoy es una necesidad para nosotros.

—En cuanto a resultados habrá una mejora, claro.

—Sobre todo, evita reintervenciones. Estamos preparados para colocar los implantes pero te da más precisión y se evitan reintervenciones.

—¿Qué número de operaciones de columna hacen al año, a las que beneficia esta tecnología?

 —El servicio de neurocirugía está alrededor de las mil cirugías de columna al año.

—¿Hay algún tipo de operación específica en la que sean más punteros? 

—En el servicio sí, en la cirugía endoscópica y en la cirugía de la vía anterior. Destacamos porque como neurocirujanos en la microcirugía. Esto es lo que nos diferencia de otras maneras de operar en abierto que hay en la cirugía de columna.

—¿Cómo se trabaja actualmente para atender al paciente de manera integral? 

—Somos una especialidad que no es solo quirúrgica, somos verdaderos clínicos. Hacemos un diagnóstico neurológico y no solo operamos. Se valora y la segunda parte es operar esas lesiones que diagnosticamos. Es verdad que como todas las especialidades tenemos una interrelación dentro del hospital con diversos servicios, por proximidad y por patologías para las que podemos compartir necesidades. Por ejemplo, en la patología de hipófisis tenemos un contacto muy estrecho con endocrinología, porque son tumores productores de hormonas y colaboran en la cirugía el servicio de otorrinolaringología. El doctor Sigüenza opera a estos pacientes con nosotros, ya que se hacen por vía transnasal, a través de la nariz. Además, tenemos mucha relación también con rehabilitación, porque obviamente muchos problemas o lesiones neurológicas necesitan de un tratamiento con rehabilitación, ya sea durante el ingreso o de manera ambulatoria. También que tenemos una colaboración con la unidad de tumores de traumatología, ya que todos los tumores que afectan a estructuras, a los nervios periféricos, nos los remiten para operar. Obviamente con el servicio de radiología tenemos una estrecha colaboración para estudiar los casos, para valorar las imágenes de las lesiones, y dentro de radiología, con los radiólogos endovasculares, para tratar las malformaciones vasculares que nosotros estimamos que deban ser tratadas de manera endovascular. Si decidimos que el mejor tratamiento no es la cirugía sino endovascular son ellos los que hacen. Esta colaboración es muy importante.

—¿Qué papel juega la enfermería en el servicio?

—En nuestra especialidad tenemos una relación muy estrecha con nuestra enfermería. Creo que es las más especializada del hospital. La planta de neurocirugía ha destacado por tener un personal de enfermería excelente, porque, por decirlo de alguna manera, la complejidad de nuestros pacientes es de la más altas dentro de todo el hospital. De manera genérica cumple un papel básico en el cuidado de todos nuestros pacientes y hay una relación muy estrecha tanto con la supervisora como con todo el personal de enfermería. Por otra parte, dentro de la enfermería están las instrumentistas de quirófano, que es personal siempre fijo por su alta capacitación para instrumentar en nuestras cirugías. Es básico tener instrumentistas que sepan lo que vas a hacer y que se adelante a lo que necesitas. Nos cambia la cirugía.

—En cuanto a actividad clínica, ¿cuántas consultas atienden al año? —Tenemos diez consultas a la semana, dos cada día. Por un lado, se ven pacientes como primera consulta y, por otro lado, hacemos el seguimiento de los pacientes ya operados o que han estado ingresados o que creemos que por su patología necesitan controles periódicos. Muchas de estas consultas son para personas que no se tienen que operar, aunque la especialidad tenga cirugía como segunda parte de la palabra. Un porcentaje alto de nuestra actividad es la cirugía de columna, pero en una consulta de columna la mayoría de los pacientes lo que deben recibir son consejos sobre su patología, pero muy pocos pacientes de columna deben ser intervenidos. Nuestro papel dentro de la consulta de columna es valorar la patología que puedan tener, pero también promocionar el tratamiento conservador.

—En cuanto a formación, aparte del curso de cirugía de base craneal. ¿Qué otras líneas formativas tienen? 

—El tema de la formación para nosotros es una parte muy importante de nuestro servicio y siempre la ha sido. Ahora la estamos potenciando aún más. En el Hospital de León se ha caracterizado por organizar cursos y congresos, pero en estos momentos intentamos incrementarla más por varios motivos. Uno es el prestigio que le da al servicio, que es conocido a nivel nacional por todos los cursos y congresos que hemos organizado y que organizamos. Por otro lado, porque estos cursos sirven para que aprendan los asistentes que vienen al curso, pero también a nosotros para actualizarnos y para formar al personal del servicio. Tiene esas tres vertientes. Es para enseñar a los demás, para prestigiar al servicio, pero también a nosotros nos sirve de renovación y de actualización. Estamos organizando de manera rutinaria cursos de microcirugía, de nervio periférico, de cirugía de los nervios periféricos. Y desde hace dos años estos cursos de cirugía de base de cráneo, que son los tres cursos bien reconocidos a nivel nacional. Son bien reconocidos a nivel nacional. A nivel de ya congresos, en 2027 vamos a organizar el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neurocirugía, pues ganamos la candidatura el año pasado en Zaragoza. En León hicimos el primer congreso la Sociedad Española de Neurocirugía en 1991 y ahora lo organizaremos 36 años después.

—¿A cuántas personas van a reunir en este congreso?

—Unos o 600-700 neurocirujanos van a venir a León en mayo del 2027. De toda España, de la Sociedad Española de Neurocirugía, y también extranjeros que vendrán de temas concretos a dar charlas. Son cuatro días y se tocan todos los temas.

De primer MIR del Caule a jefe de Neurocirugía

Javier Robla Costales es natural de Gijón aunque de origen leonés por parte paterna. Estudió Medicina en la Universidad de Navarra y eligió la especialidad de Neurocirugía. Fue el primer MIR que se formó en el servicio de Neurocirugía de León. 
«Vine aquí porque conocía León, mi padre es de Omaña, de un pueblo que se llama Curueña, y los veranos siempre los pasé en León». 
También hizo rotaciones en Madrid y Buenos Aires y accedió a un puesto como médico adjunto en el servicio de Neurocirugía del Caule. Hace un y medio asumió la jefatura del servicio, con el doctor David Santamarta como jefe de la sección clínica.
Durante tres años, entre 2019 y 2022, ejerció exclusivamente en la medicina privada en el grupo HM y actualmente compatibiliza la pública y la privada. «Me decidí a volver porque el hospital tiene muchas cosas, ofrece cosas inmateriales, como el contacto con otros profesionales, con un servicio de neurocirugía y la oportunidad de dar un servicio público. Un servicio a la seguridad social.
"Creo que es importante que funcione bien la seguridad social», subraya Robla Costales.
Su estancia en Buenos Aires le dio la oportunidad de conocer de primera mano las técnicas de fotografía en 3D y prácticas con cabezas humanas procedentes de cuerpos donados para la ciencia para entrenar a los neurocirujanos en cirugía de base craneal y que sitúa a León y al Caule como referentes en esta formación.
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