Españoles, europeos y marxistas

Es frecuente que Gobierno y oposición se den lecciones en el Parlamento, de economía, de honestidad, de responsabilidad o de lo que sea. Ayer no fue una excepción la sesión de control del Congreso, donde tocó clase de españolidad, de europeísmo y hasta de marxismo-leninismo. Ejercieron de profesores el presidente Zapatero, el portavoz de CiU, Duran Lleida, y la vicepresidenta Fernández de la Vega.

Zapatero, que se ha enfrentado a una pregunta de Rosa Díez, ha hecho gala de su condición de español al negar a la diputada de UPyD que España haya perdido crédito internacional por culpa suya. Es un país -”ha remarcado-” «solvente, sólido, fuerte y con crédito internacional» forjado en tres décadas de democracia.

Con Josep Antoni Duran Lleida el debate ha sido económico, referido al fraude fiscal; aquí, el portavoz de CiU ha exigido a Zapatero más dosis de europeísmo. «Queremos que España sea como Europa, con una tasa de paro del 10 por ciento y no del 20», ha apuntado. «También tenemos que ser europeos en la economía sumergida», ha insistido. Zapatero se ha limitado a defender el plan de lucha contra el fraude fiscal.

Con Rajoy, tercer interpelante de la sesión, el jefe del Gobierno ha discutido sobre la subida de la luz. Aquí más que lecciones ha habido reproches, porque Zapatero y Rajoy se han limitado a culparse mutuamente de la subida prevista.

Y en el habitual enfrentamiento de Fernández de la Vega con Soraya Sáenz de Santamaría, la portavoz popular criticó que las clases medias están pagando los «errores» del Gobierno. Y la vicepresidenta, recordando la defensa de los trabajadores que hizo Cospedal, respondió: «a este paso van a abrazar el marxismo-leninismo».