Diario de León

Segunda marcha negra | En el corazón | A cielo abierto

Héroes en tierra quemada

Los pueblos de la cuenca Fabero-Sil se vuelcan con la marcha; decenas de vecinos se ven impedidos a custodiar el paso de la nueva generación de luchadores

Sentidos con el himno a Santa Bárbara en la llegada a Toreno.

Sentidos con el himno a Santa Bárbara en la llegada a Toreno.

León

Creado:

Actualizado:

Día 2. La madrugada transcurre tranquila. El silencio hueco del polideportivo de Páramo del Sil sólo se ve alterado por improvisados conciertos de «viento» dentro de los sacos de dormir. Algo de trasiego nocturno molesta a algunos. El ánimo parece al amanecer alicaído, pero sólo es un espejismo. Cinco minutos de marcha son suficientes para recuperar el temperamento. «Imagínate todo esto parado», dice uno de los 200 al atravesar el paisaje minero de la cuenca Fabero-Sil, desangrada por los sucesivos planes de reconversión pero con una vitalidad sindical y vecinal extraordinaria. Con un «¡Viva la madre que os parió!» les despidieron en Páramo del Sil a primera hora de la mañana y con un «¡Viva la madre que parió a los mineros!» les recibieron en Toreno a media tarde. Entretanto, decenas de vecinos de los pueblos que salpican la cuenca se tuvieron que quedar a las puertas de las localidades sin poder acompañar a sus mineros porque la autorización para ocupar la carretera sólo incluye a los 200, por lo que toda columna humana que se les sume será considera manifestación por la Guardia Civil. En consecuencia, los agentes controlaron los accesos a cada pueblo, sin que sus vecinos, muchísimos de ellos mayores, pudieran seguir los pasos de la nueva generación de luchadores. Llanto contenido una y otra vez; en uno y otro pueblo. Caras distintas, pero emociones comunes. «Defienden sus derechos, lo veo normal», convence la septuagenaria María Fe, vecina de Santa Cruz del Sil, donde queda la única mina abierta de toda la zona. Sorbede será clausurada en breve, como ha ocurrido con Escandal, la Cazadora, Caleyo I y II, Santa Leocadia, Jarrinas y Peñarrosa. «¡Adelante, valientes!».

07:58 LA COSTUMBRE HACE AL MADRUGADOR

No hay pereza. Desde las siete de la mañana ya se escuchan las primeras conversaciones. Debe ser cosa del hábito a los turnos, porque no hay ni rastro de cansancio en los rostros. Algunos aprovechan el tiempo libre hasta el desayuno para customizar los cascos. Los mensajes y dibujos que sellan en ellos constituyen casi una auténtica revelación antropológica. La primera comida del día consta de café con leche azucarado, bollería, zumo y embutidos. Entre los voluntarios que sirven está el alcalde de Páramo. Ángel Calvo también sirvió la cena el día anterior (carne asada con patatas, el único plato caliente hasta ahora). Los mineros hablan permanentemente del excelente trato en este municipio, cuyos vecinos se volcaron con la partida de la segunda etapa de la marcha. Los primeros rayos de luz que atraviesan los ventanales doran el polideportivo ya vacío. «¡Viva Páramo!, ¡Viva la madre que parió a los mineros!», son los últimos gritos que se escuchan tras la partida.

10:25 VILLABLINO SE QUEDA SIN LAZO NEGRO

Porque las mujeres que trabajan en el sector han comprado los 400 metros que quedaban para hacer 1.043 crespones. Elena los trae ya unidos a imperdibles. Cuando los mineros forman la columna para salir de Páramo, ella se los va colocando uno a uno. A los delegados sindicales les da un puñado para que repartan entre las autoridades que vayan recibiendo a los mineros. El último es para el periodista que acompaña a los mineros. A esta hora, la corresponsal de la televisión pública ya ha realizado tres conexiones en directo. Una noche antes llegaban los corresponsales del diario «Gara» y por la mañana se sumaban el resto de medios. En los próximos días llegará «el follonero» y también están programados reportajes a fondo en las principales televisiones generalistas. Las empresas de mercadotecnia, que calcularon en millones de euros la publicidad gratuita que se hizo a España con la difusión mediática de las vacaciones de Michelle Obama, podrían valorar ahora la repercusión de la segunda marcha negra para las cuencas de León. «Porque esto no lo levanta nadie», dice un caminante desalentado que obliga a opinar sobre el asunto. Hay acuerdo en que la protesta logrará un parche para el sector y que nos volveremos a ver en el 2014, cuando se liquiden las ayudas y los mineros tengan que volver a echarse a la calle. «En el 92 había otra esperanza. Entonces dependía de nuestro Gobierno, pero es que ahora se trata de Europa». Y si las cosas no salen como se espera en las próximas semanas, hay quien propone continuar la marcha hasta Bruselas. «Porque las cosas están muy difíciles. Yo llevo toda la vida trabajando de minero y tengo la Educación General Básica. ¿Qué puedo hacer yo en una situación como ésta?».

10:45 A CUATRO KILÓMETROS POR HORA POR RESPETO A LOS MUERTOS

Los mineros de Fabero encabezan hoy la marcha porque ésta es su zona. Mario Álvarez y Enrique Gómez dirigen la columna que camina entre cuatro y cinco kilómetros por hora. Los 17 kilómetros del día se pretendían recorrer en cinco horas y media, pero hay cambios. Un entierro a las cinco obliga a modificar los horarios. Sería desafortunado entrar en el pueblo entre los aplausos y arengas de los vecinos mientras se oficia un funeral. Se soluciona saliendo más tarde de Matarrosa, donde está programada la comida.

12:45 HOSTELEROS Y COMERCIANTES DE MATARROSA SUMAN ESFUERZOS PARA PAGAR LA COMIDA

Llegan los mineros prejubilados de Matarrosa. Son recibidos con un aplauso de sus compañeros. El Ayuntamiento ha dispuesto el campo de fútbol para albergar a los caminantes durante el almuerzo. Les dan un bocadillo de jamón del tamaño de una barra de pan, fruta y bebida fresca. Todos los hosteleros y comerciantes de la población sumaron esfuerzos para ofrecer a los mineros esta comida, un gesto que agradecieron con un aplauso unánime. Tras el partido, un grupo de caminantes sacaron fuerzas hercúleas para echar una pachanga de fútbol con sus hijos pequeños y los chavales del pueblo. Ganan todos.

15:00 PÍO EL DE VILLAGER, DARÍO «EL GEMELO» Y 198 MÁS

«Y que estemos rogando por volver ahí dentro... Parece que con esto queremos ir de vacaciones a las Bahamas, pero no, es para volver a la mina». Así lo hacen ver Juan Carlos Vilariño Real y su hermano Javier mientras beben de la bota. Uno vigilante y el otro ayudante, guardan un parecido extraordinario entre sí. En lo físico y en lo que dicen, porque ambos coinciden en que «el centellazo en la minería será continuo». Ese es también el futuro que pronostican los más jóvenes de la marcha. «Al salir de Villablino pensamos en volver con una solución, pero en estos días de marcha no dejo de pensar que con mi edad aún me tocará vivir unas cuantas como ésta». Relatan las crónicas periodísticas del momento que en la marcha del 92 eran el Chatín, el Zorro y 498 más; en la del 2010, quieren tomar el relevo Pío «el de Villager», Darío «el gemelo» y 198 más.

16:27 SOLOS, CON 400 COJONES

Los de Brañuelas van en la cola. Los últimos serán mañana los primeros, porque la marcha entra en su zona y es noble dejarles como cabezas visibles. Faltan unos minutos para la salida de Matarrosa. La gente se arremolina en las calles y los mineros tienen ansia de echarse de nuevo a la carretera tras el descanso. Hombres y mujeres mayores que hace 18 años metían billetes de dinero en los bolsos de los mineros para la caja común, hoy se quedan a las puertas del pueblo con lamento. Los propios mineros les han pedido que respeten las autorizaciones de la Subdelegación del Gobierno para seguir la marcha en paz y evitar conflictos con la Guardia Civil, que se encarga de controlar cada una de las entradas y salidas a los pueblos. «Todos somos hijos de mineros. Es que todos comemos de esto», recuerda María del Carmen Cortés, una de las mujeres más mayores de Matarrosa que alentó la marcha hasta que la dejaron. Eso fue en el cementerio. Los 200 siguieron solos el camino, «con 400 cojones». En realidad cuatro menos al darse las dos primeras bajas: una por fallecimiento de un familiar cercano y la otra por los estragos de la marcha. Los que no regresen serán respuestos. De hecho, los móviles vuelan cuando se sabe que hay vacantes para que se sumen amigos.

18:05 VALIENTES PARA NO DAR UN PASO ATRÁS

«Ni un paso atrás», les piden en la carretera. Pasan coches o camiones y todos pitan; la gente sale de sus casas y les gritan «¡ánimo, valientes!». Ellos tienen la respuesta aprendida. «Si eso no se arregla, guerra, guerra, guerra», dice uno de sus lemas de lucha. «Y si esto no se apaña, caña, caña, caña», culmina. Kilómetros antes de llegar a Toreno, hombres y mujeres advierten que la llegada será espectacular, que todo el mundo les espera y que si no les han ido a buscar antes es porque, otra vez, no han pedido permiso a la Subdelegación del Gobierno. No exageraban. La entrada a la localidad de Toreno está abarrotada de decenas de personas que anuncian una entrada triunfal, casi faraónica. Los niños de la localidad tienen preparada una pancarta de apoyo y hay muchos familiares y amigos en este final de etapa. Deben sonar miles de aplausos desde que entra la cabeza de la marcha, con los abanderados de Fabero, hasta que el último marchante llega a la plaza del Ayuntamiento, donde les espera todo el pueblo y más. El recibimiento no es menos grandilocuente que la gesta de los 200. Unos altavoces gigantescos hacen sonar el himno de la patrona. Los mineros se arrodillan en plena calle. Muchos de ellos rompen a llorar con sus hijos en brazos. El alcalde de Toreno, Pedro Muñoz, les habló claro con un discurso directo al alma que culminó con una ovación unánime al decir: «Ni un paso atrás, sois héroes y tenéis que parar a esos cabrones que nos están llevando a la puta ruina». ¿Políticamente correcto? No, pero es lo que todos tenían que escuchar. Ni que decir tiene que le lanzaron unos cuantos «¡viva!».

19:02 LOS ANCIANOS DE LAS CANDELAS SALEN A SALUDARLOS

Las familias vuelven. Todos los que pueden. La distancia ya es larga desde algunas casas y queda mucho camino por delante. Aquí no se ha olvidado la marcha a Madrid si las cosas no salen bien el próximo día 29. «Con chicas así de guapas llegamos a Bruselas», piropean en un momento dado a uno grupo de muchachas jóvenes que han parado su coche para animar la marcha. Y reaparece la mujer de Quico el de Villaseca y hermana de los Franco, todos integrantes de la marcha del 92. Poco después la imagen la dan los ancianos y los trabajadores de la residencia Las Candelas: mujeres en silla de ruedas y viejos hombres del oficio que ahora ya no lo recuerdan. Es increíble su empeño para sacar fuerzas y hacer un mínimo gesto de apoyo a la marcha. Lo hacen y de qué manera.

20:30 PARA SUBIR LA MORAL QUE BAJA LA BARRIGA

Empieza el reparto de bocadillos de chorizo y panceta en el polideportivo de Toreno. La tercera comida del día. Chocolate, caramelos, sobres de azúcar y dos masajistas completan el avituallamiento «para subir la moral que baja la barriga». Se hace una enorme cola en torno a los fisioterapeutas. La mayor parte de los caminantes, por no decir todos, sufren algún mal. Pasan los minutos y los últimos familiares se van. El cansancio empieza a asomar y se escuchan las primeras voces reclamando oscuridad. Han pasado los primeros líderes sindicales por la marcha y han contado sus impresiones a los delegados sindicales. Todo parece ir bien, pero nadie se da por satisfecho. Los de Victorino cobraron la segunda parte de la nómina. Ahora bromean con que el sueldo que falta por cobrar será repartido en cuatro veces. Existe verdadera preocupación por los compañeros encerrados y en huelga de hambre. Se oye que algunos empiezan a caer con graves secuelas físicas y psicológicas y reniegan de los gobiernos y de su apatía ante semejante drama humano. Perciben que no les están tomando en serio; también que no están solos. En las redes sociales hay ya más de 30.000 comentarios y gestos de apoyo a los mineros de la segunda marcha negra. Integrantes del 92 pretenden hacer hoy un paseíllo con sus bastones a esta generación de mineros, héroes en tierra quemada.

tracking