El caso no debe dañar la imagen de la inmigración según las oenegés

«La delincuencia no tiene fronteras, es cuestión de personas y no de nacionalidades», señaló ayer Rosa Castro, responsable de inmigración en Comisiones Obreras. «Las personas que han participado en el crimen de Marta Villayandre son delincuentes y asesinos sin etiquetas», subraya.

Por su parte, Miguel Ángel Cueto, de UGT, señaló que «la sociedad leonesa es lo suficiente madura e inteligente para distinguir las personas decentes de las que no lo son con independencia de la nacionalidad que tengan». Cueto recordó que «en España también hay sinvergüenzas. Ayer mismo se produjeron dos casos de violencia de género con dos mujeres españolas muertas asesinadas por españoles».

La coordinadora provincial de Cruz Roja, Eva Fernández, indicó por su parte que el caso de Marta Villayandre «es dramático», pero no ha impactado «en el trabajo diario de nuestra organización con las personas inmigrantes, que forman parte de los colectivos vulnerables».

En su opinión, este hecho «no debería dañar la imagen positiva y real de lo que es la inmigración: personas que en su mayoría son gente comprometida con un proyecto de vida que vienen aquí para trabajar y mejorar sus condiciones de vida».

Las asociaciones que agrupan a la inmigración colombiana -”actualmente hay cerca de 3.000 personas residentes con todos los papeles en regla de esta nacionalidad-” no han querido hacer una valoración de lo sucedido por el momento. A título particular, se declaran «muy consternadas» por el luctuoso suceso y han recordado que «la maldad no la hace la nacionalidad». «No hay que generalizar. Lo que ha pasado es muy triste porque hay una familia destrozada, pero es muy duro que se generalice sobre los valores de nuestra cultura. Nos duele mucho que se diga que en Colombia la vida no vale nada. En nuestro país vivimos catástrofes y tratamos de ayudar».