Pastor se autolesionó tras golpearse el puño derecho y la cabeza en la pared de su celda

El presunto jefe del comando Otazua de ETA, Daniel Pastor Alonso, se autolesionó en dos ocasiones durante el tiempo que estuvo custodiado por la Guardia Civil al golpearse el puño derecho y la cabeza contra la pared de su celda, según consta en el auto dictado este viernes por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska en el que se decreta su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

La resolución judicial detalla que el detenido fue puesto a disposición judicial tras " dos sucesos de autolesión, uno de ellos verificado en la mañana de este jueves cuando golpeó con su puño derecho en la pared de la celda ", y otro que se ha producido " en la mañana de este viernes, cuando de la misma forma se ha golpeado en la cabeza ".

Según el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, las autolesiones de Pastor han sido reconocidas por él mismo durante su declaración judicial y quedan " corroboradas ", además, por los informes forenses y de asistencia que obran en las actuaciones. Pastor, que se ha negado a contestar a las preguntas formuladas por Grande-Marlaska y por el fiscal Luis Barroso, según las citadas fuentes, ha tenido que ser trasladado en dos ocasiones al Hospital Clínico de Madrid, donde se le han curado las heridas que ha sufrido.

El juez instructor le ha enviado a prisión tras imputarle indiciariamente los delitos de integración en organización terrorista, tenencia de armas y explosivos y falsificación, así como otros, que no detalla, de naturaleza terrorista. Según fuentes jurídicas, el magistrado podría incluir en este capítulo los 16 asesinatos que se imputan al comando del que formaba parte, aunque lo hará previsiblemente en un auto que dictará el sábado, tras tomar declaración a los otros tres detenidos.

INTERVENCIÓN EN 16 ACCIONES TERRORISTAS

En el auto el juez señala que el comando Otazua , que integraban junto a Pastor los también detenidos Iñigo Zapirain Romano, Beatriz Echevarria Caballero y Lorena López Díez, operaba en la provincia de Vizcaya y "otras limítrofes", entre las que cita Cantabria y Burgos. También detalla el material encontrado en el domicilio que Daniel Pastor y Lorena López compartían en el barrio Aperribai 4B de Galdácano (Vizcaya), entre el que se encontraba un subfusil provisto de cargadores y abundante munición para el mismo, una pistola lista para su uso con varios cargadores, y documentos de identidad y policiales falsos.

Además, los dos presuntos etarras almacenaban unos 200 kilos de material explosivo, entre ellos unos 100 kilos de sustancia polvorienta blanca, 50 de amonitrato, 48 de nitrato pentrita y otras cantidades menores de polvo de aluminio y nitrometano, así como detonadores, cordón detonante, ollas a presión y tornillería.

Los otros tres detenidos en la operación, que se desarrolló en Bilbao y Galdácano (Vizcaya), pasarán a disposición judicial a lo largo de este sábado. Se trata de Lorena López, Beatriz Etxebarria e Iñigo Zapiraín. Este último admitió en su declaración ante la Guardia Civil que el comando participó en un total de 16 acciones terroristas, entre ellas las que costaron la vida al inspector del Cuerpo Nacional de Policía Antonio Eduardo Puelles y al brigada Luis Conde.

POSIBLES OBJETIVOS

Tras finalizar los interrogatorios a los cuatro detenidos, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 dictará un auto en el que, previsiblemente, decretará el ingreso en prisión de los otros tres presuntos terroristas y detallará las actividades delictivas que se imputan a todos los detenidos.

Los presuntos miembros del comando Otazua , según fuentes de la lucha antiterrorista, guardaban en sus respectivos domicilios información sobre posibles objetivos, entre los que se encontraban miembros de la policía autónoma vasca y jueces. Según las confesiones de los arrestados, Saioa Sánchez, alias Hintza , fue la encargada de formar este comando. Al igual que Asier Bengoa, está imputada desde el 10 de diciembre del 2007 por el asesinato de Raúl Centeno y Fernando Trapero, los dos guardias civiles fallecidos en el atentado del 1 de diciembre del 2007 en la localidad francesa de Capbreton.

Hintza era una de las terroristas más buscadas. Huyó cuando la Ertzaintza desarticuló, con la localización de un zulo en Amorebieta, el 23 de diciembre del 2006. Después, reapareció como miembro del comando Larrano que pretendía atentar en Santander a principios de julio del 2007. Su fotografía circuló por lugares con gran afluencia de público hasta que fue detenida en una parada de autobús cercana a Chteneauneuf-de-Randon (al sur de Francia). Bengoa la acompañaba. Ambos estaban armados, pero no opusieron resistencia.