Fernández: «Esto es una jugarreta política de la Junta»
Estructura elevada, a kilómetro y medio de Lancia.
El alcalde de León, Francisco Fernández, declaró ayer que la Junta de Castilla y León «tendrá que responder del retraso» en las obras de la A-60, después de que un dictamen de la Comisión de Cultura de Patrimonio decidiera el pasado lunes que se debían conservar los restos de la ciudad de Lancia, que han aparecido durante la ejecución de la autovía.
El socialista calificó así de «jugarreta» la decisión tomada desde el Ejecutivo autonómico y les acuso de defender los restos «porque estamos en campaña electoral». Fernández recurrió al refrán «donde dije digo digo diego», para tachar la actitud cambiante de los populares al frente de la autonomía con los restos arqueológicos.
Recuerdo del tranvía. «Nosotros siempre hemos defendido Lancia, porque somos defensores de nuestro patrimonio. El PP y la Junta se acuerdan ahora, cuando siempre ha sido una zona expoliada y totalmente olvidada», precisó Francisco Fernández, que acusó a la Junta de provocar el retraso como ya hiciera con otros proyectos en la capital leonesa, aludiendo a Feve y al tranvía.
El parón en la obras de la León- Valladolid por un díctamen de la comisión de Patrimonio de la Junta no es el primer proyecto en suelo leonés que sufre de una administración gobernada por socialistas.
«Cuando estaban todos los informes en regla con el tranvía también cambiaron de criterio para que no saliese», especificó el socialista, que añadió a esta actitud la posición que el Partido Popular había tomado en la defensa del séctor carbón autóctono.
«Es la realidad, es un proyecto importante», adujo ayer el alcalde leonés ante el anuncio del Ministerio de Fomento de que la decisión de la Junta podría retrasar las obras hasta cinco años. «El cambio de actitud de la Junta supone una modificación importante en el proyecto de la autovía», remató Francisco Fernández.