Diario de León

Rajoy: «No habrá milagros; sólo saldremos adelante si salimos todos juntos»

El líder del PP anuncia que convocará de manera urgente a todos los presidentes autonómicos para buscar una fórmula común

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Madrid. Colpisa.

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Mariano Rajoy, tras dos derrotas consecutivas, cumplió ayer su sueño de dirigirse a los españoles como el candidato más votado en unas elecciones generales. Lo hizo a las 22,40 horas, cuando la mayoría absoluta del PP era ya inapelable. Rajoy no perdió ni un minuto en lanzar el doble mensaje de sacrificio y esperanza que ha repetido durante toda la campaña electoral. Aseguró que el país se enfrenta a un «cruce de caminos» que va a determinar el futuro del país no para los próximos años, sino «para las próximas décadas». El líder del PP puso el acento en que «no habrá milagros» para salir de la crisis, aunque recordó que tampoco los había prometido en la campaña electoral. «Solo saldremos adelante si lo hacemos todos juntos», enfatizó el futuro presidente del Gobierno. Esta fue otra de las ideas de la noche, la unidad con la que quiere enfrentar la crisis. Su primer paso como presidente del Gobierno será la de llamar a todos los mandatarios autonómicos para intentar buscar un camino común de gestión de la crisis.

Rajoy, visiblemente satisfecho, dijo ser consciente de que le toca gobernar en la «más delicada coyuntura» que se haya encontrado España en los últimos 30 años. «Ese es el compromiso que asumo, y lo vamos a dar todo y con todos»

Tuvo una mención especial para los cinco millones de parados que han perdido su trabajo o no encuentran uno. Les prometió que «haremos todo lo que humanamente posible para mejorar su situación»

El líder del PP tiñó de patriotismo su primera alocución para insistir en que «la nuestra es una gran nación, pero añado, las grandes naciones a veces se olvidan de lo que son y se dedican a cosas pequeñas». Para luchar contra este retroceso, Rajoy prometió que «no habrá sectarismo ni rencillas pequeñas ni divisiones artificiales que nos retrasen en el esfuerzo común». Abundó en que «nadie tiene nada que temer» porque sus únicos enemigos son «la crisis y el paro». De hecho, se apresuró en mencionar «a todos aquellos que no nos han votado», a los que ebido de José Luis Rodríguez Zapatero y de Alfredo Pérez Rubalcaba a los que mostró «el máximo respeto». Deseó un «modélico traspaso de poderes» y la máxima colaboración en el futuro.

Cumplidor con la UE. Con el espejo retrovisor puesto en la reacción que tendrán los mercados este lunes tras la victoria del PP, Rajoy recordó que nuestro destino «se juega en y con Europa». Dejó claro que cumplirá su promesa electoral de ser el socio de la UE «más leal, pero más exigente; más cumplidor, pero también el más vigilante». Pero sobre todo, pondrá su empeño en que España «deje de ser parte del problema» para convertirse en «la solución» a las convulsiones que padece el euro en estos momentos La primera dirigente popular en comparecer, al 60, 67% del escrutinio, fue María Dolores de Cospedal para «dar las gracias» a los españoles por manifestar «una amplísima voluntad de cambio».

La secretaria general del PP, tras recalcar que Rajoy iba obtener la mayoría absoluta más amplía de la historia del partido, José María Aznar se quedó en 183 en 2000, aseguró que este resultado provoca una doble sensación en la dirección del partido.

«Una enorme en satisfacción unidad al sentimiento de una enorme responsabilidad que es la que asume en estos momentos difíciles el PP».

Los primeros líderes internacionales en felicitar a Mariano Rajoy fueron Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, y Herman van Rompuy, presidente del Consejo Europeo. Los tres vieron clara la victoria del líder del PP poco después de cerrar los colegios. Con más del 70% de los votos, los que telefonearon al nuevo presidente electo fueron su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero, su rival en esta campaña socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el rey don Juan Carlos.

Rajoy vivió los momentos previos al recuento en su despacho, en la séptima plaza de la calle Génova, acompañado de su esposa, Elvira Fernández, su padre y sus tres hermanos. A lo largo de la noche, se incorporaron el expresidente José María Aznar y su esposa, Ana Botella, que podría convertirse en alcaldesa de Madrid si se confirma que Alberto Ruiz Gallardón estará en el primer Consejo de Ministros de Rajoy.

La calle Génova se comenzó a llenar de afiliados una hora antes del cierre de los colegios. La fiesta, pese a la fría noche madrileña, se prolongó hasta entrada la madrugada. El punto más álgido se produjo con la aparición de Mariano Rajoy en el balcón.

Fue recibido con un atronado «¡presidente, presidente!». Le acompañaron, además de su esposa, la cúpula popular: María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García Escudero, Ana Mato, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón y Miguel Aria del PP y de España. Los congregados respondieron con un: «¡Tú sí que vales!»

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