Diario de León

primer día tras la victoria absoluta

Silencio del líder sobre su Gobierno

Mariano Rajoy trabajando ayer por la mañana en su despacho de la calle Génova.

Mariano Rajoy trabajando ayer por la mañana en su despacho de la calle Génova.

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A. Montilla| madrid
León

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Mariano Rajoy pretende guardar su cuaderno azul hasta la víspera de Nochebuena, fecha en la que quiere presidir su primer Consejo de Ministros. El sigilo que impone el líder del PP sobre posibles ministeriables provoca un efecto inversamente proporcional al que persigue, que no es otro que la calma y el sosiego. De hecho, cada día se multiplican las especulaciones sobre quién ocupará una u otra cartera, lo que provoca desconcierto y, sobre todo, malestar entre los citados en unas quinielas que, a veces, persiguen precisamente restar opciones a según qué candidatos.

Rajoy sólo desveló durante la pasada campaña electoral el perfil de los miembros de su primer Ejecutivo. No habrá cuotas ni por sexos ni por territorios ni por edades. Lo que sí tiene claro es que, a diferencia de lo que ha ocurrido en Italia, no quiere un equipo de tecnócratas sino de «políticos preparados que sepan de lo que hablan». No obstante, dejará un hueco para algún independiente que no tiene por qué tener experiencia en la gestión pública.

Gente de Aznar. Una sensación compartida por varios dirigentes del PP es que Rajoy recurrirá a «uno o dos» ex ministros de José María Aznar. También pescará entre aquellos miembros de la actual cúpula popular que tuvieron un papel secundario (secretarios de Estado) con Aznar, sin olvidar a la nueva camada popular. Un amplio espectro en el que cabrían, por ejemplo, Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Ruiz Gallardón, Luis de Guindos, Cristóbal Montoro, José Manuel González Páramo, Ana Pastor, Miguel Arias Cañete, José Manuel Soria, José María Lasalle y Ana Mato.

Un nombre fijo en todas las apuestas es Sáenz Santamaría, máxime ahora que Rajoy le ha encargado cerrar con el Ejecutivo socialista todo el traspaso de poderes. Un nombramiento que refuerza la convicción de que la ex portavoz del grupo parlamentario popular es la mano derecha del líder del PP y que suya será la vicepresidencia política o, de no existir este puesto, el Ministerio de Presidencia y la portavocía del Ejecutivo.

Alberto Ruiz Gallardón cumplirá, según todos los pronósticos, con su sueño de ser ministro. Su paso a la política nacional supondrá que Ana Botella, esposa de José María Aznar, sea nombrada alcaldesa de Madrid, ya que fue la número dos en la candidatura en las pasadas elecciones municipales. Menos unanimidad hay a la hora de asignarle un departamento. Gallardón suena para Administraciones Públicas, Fomento e, incluso, para Defensa o Interior.

El Ministerio con más novios es, sin duda, el de Economía. Suenan media docena de nombres, aunque los más repetidos son tres: Luis de Guindos (ahora en el Instituto de Empresa y consejero de Endesa y que fue secretario de Estado de Economía en el último Gobierno de Aznar), Cristóbal Montoro (actual responsable del área económica del PP) y José Manuel González-Parámo (único miembro español en el consejo ejecutivo del Banco Central Europeo). Su designación, barruntan en el PP, supondría por sí misma un claro mensaje a la UE sobre las intenciones de Rajoy de cumplir con todos los compromisos para que «España deje de ser un problema para el euro y se convierta en parte de la solución».

Además de ex ministros de Aznar, Ana Pastor y Miguel Arias Cañete forman parte del núcleo de máxima confianza de Rajoy. Pastor, que podría repetir en Sanidad, también suena para presidenta del Congreso ya que en la pasada legislatura fue vicepresidenta segunda de la Mesa. Arias Cañete, al que el líder del PP ha nombrado en todos sus mítines como ejemplo de lo que debe ser un ministro de Agricultura, podría acabar en el Ministerio de Asuntos Exteriores. No es diplomático pero sí ha sido parlamentario europeo y, además, habla inglés, francés, alemán e italiano.

José Manuel Soria, «tras una larga mili en Canarias» como él mismo suele ironizar, ya ha conseguido su escaño en el Congreso. Hombre moderado y trabajador, sería otra de las posibles bazas de Rajoy para Administraciones Públicas e, incluso para Agricultura. «¡Soria ministro!», le gritaron al presidente del PP durante el mitin que ofreció en Las Palmas de Gran Canaria. Y Rajoy, en contra de su costumbre, no se limitó a sonreír y a continuar con su discurso, sino que respondió: «Vosotros poneos a currar, haced que gane las elecciones y luego ya veremos». Dos de las tres partes de esta hipótesis ya se han cumplido.

El cántabro José María Lasalle, amigo personal de Rajoy, destaca en las apuestas para el Ministerio de Cultura, que podría fusionarse con el de Educación. Ha sido portavoz en la comisión de Cultura en el Congreso y está considerado por sus compañeros de grupo como un «intelectual».

Cospedal o Ana Mato. La inclusión de Ana Mato en esta quiniela obedece al posible empecinamiento de María Dolores de Cospedal en continuar como secretaria general, tarea que Rajoy estaría encantado de encargar a Mato. En caso contrario, premiaría su dedicación al partido con un Ministerio.

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