«Nos sentimos casi todos engañados»

Alfredo Rodríguez Lorenzana es titular de la explotación de setas en 150 metros de túnel en una antigua explotación minera del Pozo La Herrera I. A sus 52 años, es el único minero de la cuenca que, desde el cierre de las minas en 1991, apostó por crear su propia empresa y sigue activa. Empezó produciendo champiñones durante diez años y desde hace otros tantos paso a la producción de setas. «Nos sentimos casi todos engañados, porque pensamos que iban a hacer muchas cosas pero se ha hecho muy poco, el bagaje es escaso».

Inició la actividad porque quería quedarse en el valle y no tener que desplazar la familia. Después de 20 años valora positivamente su proyecto, está contento porque ha supuesto mucho trabajo aunque a la gente le parece sencillo. Se siente apoyado por las administraciones de las que ha recibido las ayudas que habían prometido.

Trabajó 10 años en la mina, con cinco de reducción, y manifiesta que ve el futuro con optimismo a pesar de la crisis esperando llegar a la jubilación. En cuanto al futuro del valle dice que hace falta ideas y gente que las ponga en práctica.