Rubalcaba apacigua al PSOE de Sevilla al consensuar una gestora

si alguien pensaba que la designación de José Antonio Griñán como presidente del PSOE iba a calmar los ánimos en el socialismo andaluz, estaba equivocado. Este domingo, tan solo una semana después del congreso federal, la agrupación de Sevilla saltó por los aires en un nuevo encontronazo, provocado esta vez por una pelea por los nombres que debían situarse entre los puestos séptimo y noveno de la lista electoral de esa provincia. La pugna dejó al descubierto una profunda división interna, llevó a la dimisión del secretario provincial, José Antonio Viera, puso sobre la mesa la presunta ilegalidad de la candidatura y ha forzado a la creación de una gestora para dirigir al socialismo sevillano.

La cúpula federal del PSOE se mostraba ayer perpleja, conmocionada e irritada. No se explicaba cómo a tan solo 42 días de los comicios andaluces y únicamente siete días después del congreso, se pudo llegar a una situación que les aleja más de la posibilidad de retener el poder en esa comunidad y, de rebote, eclipsa los mensajes de rechazo a una reforma laboral tan dura como la aprobada el pasado viernes por el Gobierno del PP. «Esto no hay quien lo entienda, es como un suicidio», se dolía ayer un notable socialista.

EVITAR EL EFECTO CONTAGIO / La decisión de Rubalcaba, en principio, es poner paños calientes, dejar que se aprueben las listas tal como están para no agravar la disputa, y crear una gestora de consenso, que no soliviante a la minoría. En ello trabajaron por la tarde la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, y el secretario de organización, Óscar López, en las reuniones que mantuvieron con la secretaria de organización de Andalucía, Susana Díaz, mano derecha del presidente andaluz y a la que un sector del socialismo atribuye todo tipo de maniobras.

Díaz fue llamada a la sede de Ferraz. Primero se entrevistó con López y, luego, ambos se reunieron con la vicesecretaria general. Finalmente se acordó que el vicepresidente del Parlamento andaluz, Manuel Gracia, será quien presida la comisión gestora. «La ejecutiva federal tratará de aparentar que no hay conflictos hasta que pase el 25 de marzo y entonces ya se verá. Si ganamos no pasará nada. Si perdemos, habrá cuchilladas», aseguraba un veterano dirigente sevillano.

A Rubalcaba no le ha gustado la pelea sevillana, tampoco la explosión incontrolada que provocó la dimisión de Viera -alineado entre sus partidarios en el congreso-, ni el desarrollo posterior del comité provincial. De hecho, ayer, tras la reunión de la ejecutiva, Valenciano negó cualquier intervención federal en ese conflicto y se distanció de Viera al asegurar que dimitió «él solito». La número dos del PSOE lo dejó claro: «Nuestro único objetivo es que Pepe Griñán gane las elecciones y se acabó». Alegó también que la resolución del conflicto dependía solo de los órganos de dirección andaluces, aunque había citado para un par de horas después en Ferraz a Díaz.

Es la primera batalla interna que afronta la nueva dirección y es importante que la resuelva con éxito para evitar el efecto contagio. En este sentido, el lendakari, Patxi López, reconoció que «no es esto lo que espera la gente del partido socialista. Se necesita un PSOE fuerte y unido para ser contrapartido de lo que está pasando en estos momentos en España y en el mundo».