«No podemos resignarnos y hay que exigir soluciones»

Aunque la situación de la minería le parece «irreversible por la globalización», pide respetar los plazos y compromisos establecidos, «so pena de adelantar un final sin justificación suficiente con consecuencias inmediatas para comarcas enteras». Recuerda que, «desde hace años, asistimos a una muerte lenta de buena parte de los pueblos más activos que teníamos». Estuvo confirmando en la parroquia de Villablino «y cada vez hay menos jóvenes. No podemos resignarnos, porque permanecen en pie valores muy necesarios como la familia y el trabajo. Exijamos también soluciones alternativas de empleo para los que se quedan, servicios y ocupaciones para los jubilados. No quisiera tener que abrir una sucursal de Caritas en tierras donde todavía se puede prosperar, pero allí estaremos si es necesario». | p. infiesta