El alcalde de Pola lamenta la «incapacidad» del ministro de Industria para solucionar el conflicto minero
Francisco Castañón insiste en que se siente «engañado», aunque espera no tener que dimitir del partido «nunca», lo que significará que se ha llegado a un acuerdo
El alcalde de Pola de Gordón (León), el ‘popular’ Francisco Castañón, lamentó hoy la «incapacidad», el «desconocimiento» y la «falta de ganas de trabajar» que está mostrando el ministro de Industria, José Manuel Soria, por solucionar el actual conflicto minero, aspectos que consideró que constituyen a día de hoy «el grave problema» para resolver este problema en el que «no se han sentado bien a hacer los números», añadió.
Castañón insistió en que no se siente decepcionado con el partido, pero sí «indignado y cabreado», además de que reiteró que no se encuentra «a gusto» porque, pese a las «50.000 pamplinas parlamentarias a las que jugamos los políticos», no existe «ningún tipo de voluntad de solucionar el problema» por parte del ministro de Industria ni del Gobierno.
Al margen de debates «que van alrededor», Castañón consideró que el problema «lo tiene que solucionar el ministro de Industria», que será la persona a la que habrá que «convencer», y a quien recordó que el carbón es «viable a medio plazo», por lo que lo único que se necesita es «cumplir lo que está firmado», que contempla una reducción del 25 por ciento en el año 2014. A partir de ese momento «ya nos iremos adaptando a la nueva situación», declaró, aunque insistió en que no es posible hablar «de una reducción del 64 por ciento en 2012».
Castañón ya expresó hace unas semanas que si se materializaba esa reducción presupuestaria era porque el PP no era su partido. Varios días más tarde, reiteró no estar «a gusto» en el PP «cuando el Gobierno quiere cerrar de lo que vive la gente que me ha puesto ahí». Por eso, declaró no conocer la fecha en la que podría presentar su dimisión, aunque confió en que sea «nunca», lo que significará que se ha podido alcanzar «una solución».
De cualquier forma, aclaró que su intención no es «desviar la atención ni un minuto del problema», que sigue siendo que «no se puede rebajar las ayudas al funcionamiento de las empresas en un 64 por ciento» cuando el actual Plan del Carbón recoge que se reducirán un 25 por ciento dentro de dos años, una «sinrazón» del Gobierno que quiso recordar «muy alto».