«El francés que no vende vino insiste, el español regala dos cajas»

«Si un francés no puede vender un vino, no claudica. Persevera y lo defiende de nuevo. Un español lo ve como una derrota y además de bajarlo de precio, regala cajas gratis». La óptica de José Peñín permite discernir entre las diferentes filosofías que se estilan a los dos lados de los Pirineos. «Y entonces nos pasa lo de siempre con los extranjeros, que se sorprenden de la calidad que tiene nuestros productos y de lo mal comercializados que están».

«Para hablar del vino hay que poner la boca, el corazón y el sonido. Yo soy autocrítico y me exijo cada vez más. En los últimos quince años la calidad ha mejorado mucho pero el problema es que llevamos tres décadas en las que todo el mundo se ha puesto las pilas. El Bierzo tiene una tradición que arranca en 1999 y Tierra de León es reciente, pero...»

Peñín propone «más fe» para defender los precios: «El conocimiento del producto es tan mediocre que los vinos artesanos los venden los enólogos. Podemos ofrecer singularidad pero lo que hay que proyectar es que los productos de León pueden ser más competitivos y de mejores precios».

«No hay que obsesionarse. Hay vinos de 86 puntos que cuestan dos euros en la tienda. No hay que ir a buscar siempre vinos de 96 puntos, lo que se necesita es comprar bien. Las bodegas españolas suelen tener unas sedes suntuosas en vez de buenos comerciales».