«Mi padre se jubiló y nadie ha cogido el traspaso»

Francisco Javier González trabajó con su padre en la cafetería de Las Cortes durante varios años, aunque lo dejó hace un tiempo. También tuvo una cafetería en Eras. «He estado metido en la hostelería, aunque ya no me dedico a ello», explica.

La cafetería ubicada en la plaza del mismo nombre ha cerrado porque no ha encontrado un nuevo inquilino que pague el alquiler, pese a que se anunció durante meses y el cartel siga pegado en la puerta.

«Mi padre se jubiló y por eso se cerró», explica Javier.

Aunque la renta era importante, su padre todavía pudo aprovechar los años en los que los beneficios del local daban para todo. La cafetería de Las Cortes es uno de esos locales que se notan que han vivido la época de esplendor de la hostelería del centro, porque en su día fue vanguardia en la capital.

«Hay gente que quiere el local, pero claro con menos costes», explica Francisco Javier González, que cree que hoy nadie apuesta por rentas a largo plazo, como antes. «Con la que está cayendo, la gente quiere algo a menor plazo, porque no puede hipotecarse y ver que esto no cambia y la situación de crisis sigue», añade.