La fortuna vuelve a elegir León pero sólo para el pellizco de dos quintos premios

A Rosa y Siria, que comparten al alimón la tarea en la administración de lotería número 22 de la capital, denominada «Santa Bárbara» en homenaje a la minería, les hubiera gustado más que el premio hubiera caído «en alguna de las familias mineras que tan mal lo están pasando con lo que ha ocurrido este año en Santa Lucía o La Robla». Pero como la fortuna no permite elecciones, después de seis años de labor y con un millón de euros de premio a sus espaldas en otro sorteo de Lotería Primitiva, las loteras afortunadas, ahora esperan «que en El Niño haya suerte de nuevo».

La víspera del sorteo «casi a las diez de la noche, hemos vendido todavía algún décimo del número premiado». Nunca es tarde con dichas buenas como esta.

Las tiendas colindantes a la administración reflejaban la decepción. La cajera de Orchestra casi se tiraba de los pelos: «Yo jugaba otro número de esa administración pero no me ha tocado». En la Parafarmacia hubo susto: «¡Ven para acá, que ha tocado la lotería y no sé si es nuestro número!» Falsa alarma. Mayoral jugaba un número de Santa Bárbara «pero aquí tampoco ha tocado» y Cometa probó hasta tres décimos diferentes: ninguno del agraciado.

A Marian Ordás Toral casi la sacaron de la cama. Estaba cerrado el estanco de José María Fernández en la esquina con Obispo Almarcha cuando se cantó el premio: «Llevamos sólo tres años aquí, porque antes teníamos el puesto ahí enfrente (señala apuntando a la acera de al lado) y la verdad es que es una alegría grande. El décimo se ha vendido en terminal, así que vete a saber a quién le ha caído».

En el Bar Picos, la misma desesperación: «Jugamos números de ahí, pero sin premio...»