Un despliegue policial sin precedentes
El despliegue que ultima la Jefatura de Policía de Palma para garantizar la seguridad de la infanta no tiene precedentes. Ni siquiera cuando la Familia Real en pleno se desplazaba a la capital balear en las vacaciones estivales. Según fuentes del operativo, el Ministerio del Interior va a desplegar más de 200 agentes, a los que se sumarán efectivos de la Policía Municipal, miembros del Seguridad de la Casa Real y espías del Centro Nacional de Inteligencia.
El grueso del operativo estará a cargo de 105 funcionarios de la Unidad de Intervención de la Policía, los antidisturbios, que llegarán desde su base de Valencia. La Policía también va a movilizar a sus 30 efectivos antidisturbios de Palma, además de 25 agentes de las Unidades Motorizadas, cinco unidades de subsuelo, otras tantas de unidades caninas y una treintena larga de efectivos de los servicios de Información (antiterrorismo), radio patrullas y francotiradores.
Además, toda la manzana de los juzgados estará protegida por un doble cordón de seguridad. Ese mismo área estará sometida a una suerte de bloqueo de radiofrecuencias con fortísimos inhibidores, cuyas pruebas ya han dejado al vecindario sin wifi o transmisión de datos en sus dispositivos móviles.
Este impresionante despliegue, que costará unos 20.000 euros, es, según la Policía, para neutralizar la amenaza de cualquier grupo hostil a la infanta. Lo cierto es que por el momento solo hay una protesta comunicada a la Delegación del Gobierno, la de la Unidad Cívica por la República, que no cree que sean más de 300 los asistentes a su convocatoria.
Entretanto, continúa el tira y afloja entre la policía y decanato para establecer dónde y como irá ubicada la prensa.