El socialismo europeo arropa a Pedro Sánchez frente al avance de Podemos
El cabeza del PSOE se rodea de los líderes socialdemócratas para apuntalar su imagen.
Pedro Sánchez y el ex presidente Felipe González.
«Yo estoy aquí para apoyar a Pedro Sánchez». El primer ministro de Francia, Manuel Valls, resumió así la intención de la cuarentena de dirigentes socialdemócratas europeos que arroparon al secretario general del PSOE en la reunión anual del Partido Socialista Europeo celebrada ayer en Madrid. Tanto Valls como el presidente del Parlamento continental, el alemán, Martin Schultz, lanzaron mensajes muy críticos hacia Podemos, la fuerza política que se ha convertido en el mayor peligro para el PSOE y que ya le supera en intención de voto en algunas encuestas.
Valls arremetió contra «la demagogia de los populismos» que ofrecen quimeras políticas bien recibidas por una parte de la población en tiempos de crisis, pero que el tiempo demuestra que sus planteamientos son irrealizables. Frente a esas fórmulas, los socialistas, según el primer ministro francés, prometen «lo que se puede hacer» para gobernar «con seriedad». Esa, dijo, «es la diferencia» con los populismos de todo signo, aunque se cuidó de no citar por su nombre a Podemos ni a la Syriza griega ni al Frente Nacional de su país. Los socialistas, insistió, tienen que huir de la «austeridad suicida» y «gestionar con seriedad nuestras finanzas públicas, no podemos permitirnos tener déficits públicos y debemos reducirlos porque somos responsables frente a las generaciones futuras».
El presidente francés François Hollande, ausente en la cita como el italiano Mateo Renzi, apuntó que aunque no pretendía inmiscuirse en los asuntos de la política española, cree que España «necesita cambios» y la alternativa, como en otros países, es socialista. Aunque, matizó, «es el pueblo español quien tiene que decirlo».
Schultz fue en la misma línea antipopulista y cargó contra quienes dicen «vótame y cambiaré todo al día siguiente». Eso, aseguró, «no es realista» y no se puede hacer, porque es factible que funcione en un país pero no en la comunidad internacional. El presidente del Parlamento Europeo señaló, en alusión a Podemos, que se puede encontrar «un chivo expiatorio para todo», pero faltan «las soluciones» porque es fácil e insuficiente «identificar al responsable» de la crisis sin aportar fórmulas realistas para superarla.
El líder del PSOE, como ha hecho en sus últimas intervenciones, ni con palabras directas ni con elipsis se acordó de Podemos. En un discurso en inglés mostró su cara de hombre de estado capaz de firmar con un Gobierno conservador un pacto contra el terrorismo yihadista.
En una breve incursión en la política nacional, Sánchez censuró las recetas de Mariano Rajoy contra la crisis porque «están lejos de resolver» el principal problema de España, «el paro estructural y el juvenil», que tienen las tasas más altas de Europa solo comparables a las de Grecia, y han generado una desigualdad social «sin precedentes».
