Diario de León

El pinar brota sobre sus cenizas

La regeneración natural del pinar asolado por el incendio de Castrocontrigo en 2012 es un éxito y finaliza este año la plantación en las zonas sin semillas viables pero aún «hay mucho que hacer».

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ANA GAITERO | TABUYO DEL MONTE
León

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El verde se impone al negro en las 11.724 hectáreas asoladas por el incendio de Castrocontrigo. Desde Hito Nuevo se avista una gran llanura desmochada. Estremece el paisaje y el silencio, que solo rompe, de vez en cuando, el silbido del viento.

Hoy se cumplen dos años y ocho meses de la tragedia. Aquellos días, entre el 19 y el 28 de agosto de 2012, las llamas saltaron varios metros por encima de unos pinos centenarios, con más de cuatro metros de porte. Entre las gigantescas lenguas de fuego, millones de piñones estallaron.

Un banco de semillas aéreas se movilizaba al mismo tiempo que el fuego hacía estragos. Es la paradoja y la razón de existir de este gran pinar endémico constituido en la mayor parte de su extensión por la variedad de Pinus pinaster.

La principal diferencia de este pinar respecto a otros de su misma especie en la Península es «su especial adaptación a la regeneración post-fuego, gracias a su alto porcentaje de piñas serótinas», explica Javier Esquerra, técnico de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Según las estimaciones de los expertos fueron liberadas entre 770 y 5.500 millones de semillas, de las cuales el 80% fueron viables.

Los pequeños pinos recién nacidos apenas levantan 30 centímetros pero son la prueba de que la regeneración del pinar está en marcha, aunque hará falta un cuarto de siglo para los árboles alcancen las dimensiones suficientes para empezar a ser productivos. Son miles y miles de ejemplares que brotan entre las cenizas y las van tapando.

Los pinos que nacieron tras el incendio de 1998, hace 17 años, tienen ahora una altura de 5 o 6 metros, así que harán falta otros tantos años para alcancen a sus ancestros inmolados, con portes por encima de los 15 metros.

La gente del lugar sabe, como dice la Junta, que hasta dentro de cuatro o cinco años no será necesaria la entresaca para hacer clareos y seleccionar plantas y dejar que crezcan con holgura.

El 70% del pinar renace por su propia naturaleza, mientras que el 30% de la superficie restante ha sido objeto de replantaciones que concluirán a lo largo de este año. La Consejería de Medio Ambiente de la Junta y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) aportan 10 millones de euros al 50% para todas las labores.

El control de plagas ha sido, desde el principio, una acción prioritaria y aún persiste. que aún persiste, de forma continuada. Ténicos de la consejería las monitorizan con análisis de la masa forestal y estaciones de control de densidad de insectos. «Las conclusiones de estos análisis determinaron la forma de proceder en la extracción de la madera quemada y en otras actuaciones», explican.

Tras ser retirada la madera de los montes públicos, que finalizó en 2013 y supuso 2,2 millones de euros para las juntas vecinales propietarias, se dio comienzo a las actuaciones de reforestación y adecuación de la zona afectada por el incendio. Las principales labores son corrección de la erosión, retirada de restos, reforestación, defensa contra incendios y plagas forestales, restauración de infraestructuras y adecuación de trabajos silvícolas de los aprovechamientos resineros, por su gran interés social.

Los seis expedientes encargados por el Magrama se empezaron a ejecutar tras sacar la madera. Son 14 captaciones, 30 puntos de abastecimiento y más de tres kilómetros de conducciones de agua dañadas por el incendio. Se hizo un semillado en 200 hectáreas como banco de material genético y se recogió semilla para la preparación de planta en vivero.

Se han producido un millón de plantas para las labores de reforestación donde las semillas no eran viables o no había, pues algunas de las zonas afectadas por el incendio del 2012 ya habían sido quemadas en 1998 y los pinos nacidos carecían de piñas serótinas. Además, por parte de la Junta de Castilla y León, ente 2013 y 2015, se han abordado trabajos relacionados con la planta y semilla necesarias para la restauración con la inversión de un millón de euros: ensayos de germinación y viabilidad, selección y preparación de rodales selectos para la recogida, limpieza, extracción y acondicionamiento de piñón endémico para su uso en restauración y mantenimiento del banco de material genético, producción, cultivo en vivero y transporte para su plantación, compra de planta a viveros particulares.

Los tratamientos selvícolas y otras labores relacionadas con la restauración o la prevención a cargo de las cuadrillas de prevención y extinción de incendios, han supuesto más de 650.000 euros.

Se han actualizado los proyectos de ordenación de los montes afectados y otros trabajos de planificación, así como control de la extracción de madera por importe estimado de unos 200.000 euros. Otros 207.298 euros se han gastado en organización y control de ejecución de trabajos con cargo a los fondos de mejora de los montes de utilidad pública afectados en Tabuyo, Morla, Pobladura, Torneros de la Valdería, Torneros de Jamuz, Palacios y Quintanilla.

La Plataforma de Afectados por el Incendio del Teleno señala que «se va a necesitar mucho dinero» en los próximos años para los desbroces, entresacas y podas que precisarán las zonas regeneradas «de aquí a cinco años».

Los desbroces eliminan la competencia del matorral, las entresacas facilitan el desarrollo de los mejores ejemplares y las podas son una medida de prevención de incendios al evitar su continuidad por la vertical y dan más calidad a la madera. «Esas masas son una bomba de relojería», afirma Luis Martínez, ingeniero forestal y miembro de la plataforma. Durante el incendio del 2012 las llamas alcanzaron los 250 metros por encima de la masa forestal.

Los pequeños pinos se abren paso entre las cenizas y se confunden con los arbustos.

Donde más problemas de regeneración se producen es en las laderas porque debido a los problemas de erosión es más costoso lograr la cubierta vegetal. La Plataforma ve necesario dosificar las inversiones y hacer un plan a largo plazo con un estudio económico para que haya una continuidad. «Hay mucho que hacer», asegura Manuel Martínez.

«Los resineros trabajan de mayo a octubre así que las labores silvícolas durante el invierno suponen un complemento económico para estas personas», alegan. Un resinero que explote 5.000 pinos puede tener unos ingresos de 12.000 euros. En la hoja de ruta de la plataforma para que la gente joven permanezca en la comarca y aumente la población contemplan acciones de impacto global en el bosque y en la población rural como la introducción de ganadería, en cantidades limitadas, para limpiar el bosque dado que «los cortafuegos en este pinar hemos visto que no sirven, los saltan las llamas», explica Manuel Martínez.

El pinar tiene una función multieconómica y multiecológica, forma parte de la Red Natura y de una Zona de Especial Protección para las Aves. Resina, setas, miel... mantenimento de llamas, zonas húmedas, ríos y regatos... Respeto a los animales silvestres y actitud conservacionista ante el lobo. Son los valores que enarbola la plataforma para encarar el futuro que, unido al patrimonio histórico, como las minas de oro y los restos rupestres y la arquitectura popular conforman una zona atractiva para el turismo. «Lamentablemente no nos han preguntado nada, las actuaciones se diseñan desde una oficina», comenta Manuel Martínez. En la parte positiva, la plataforma valora que tras la corta de la madera «se ha contado con empresas de la zona». La plataforma colabora con los resineros que han llevado a juicio a la administración por no ser indemnizados, ya que se les exigía un seguro sobre la producción que ninguna compañía contrata.

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