Las dudas de Iglesias y Rivera dejan en el aire cuatro autonomías
Las dudas de Iglesias y Rivera sobre hasta dónde llegar con su política de pactos para no perjudicar las altas expectativas de sus marcas (Podemos y Ciudadanos) en las elecciones generales del próximo otoño tienen en este momento en el aire la posibilidad de que se produzca o no un vuelco político en cuatro importantes autonomías como la Comunidad Valenciana, Madrid, Baleares y Aragón. Son las regiones en las que las conversaciones para conformar gobiernos son más embrionarias e inciertas.
De manera oficial aún no existen pactos de gobernabilidad cerrados en ninguna de las trece comunidades que celebraron elecciones el pasado 24 de mayo, pero en las otras nueve autonomías, con la excepción de Asturias, donde Podemos también le está poniendo muy difíciles las cosas al socialista Javier Fernández para su renovación, los procesos y las conversaciones parecen relativamente encarrilados, con independencia de que los flecos para garantizar las correspondientes investiduras tarden en cerrarse días o, incluso, semanas.
El caso madrileño
En Madrid el problema es más de fondo. La primera opción de Rivera es apoyar a la popular Cifuentes, la lista más votada, para que sea la presidenta de la comunidad si cumple con sus condiciones. Pero tiene el temor a que nuevas operaciones o imputaciones en escándalos de corrupción salpiquen de nuevo al PP madrileño y que Cifuentes, que no lo controla, sea incapaz de hacer la limpieza necesaria y le deje en entredicho de cara a las elecciones generales con lo que es su principal bandera, la regeneración política. Por si acaso, el socialista Ángel Gabilondo está a la espera de una hipotética ruptura de negociaciones para tratar de plantear una investidura alternativa.