Diario de León

EL PODER VIOLETA

León da marcha atrás en igualdad

La provincia cuenta con un 14,6% de alcaldesas, cinco menos que en 2011; la Diputación retrocede al 12%, con sólo tres escaños ocupados por mujeres y el Consejo Comarcal del Bierzo alcanza el 25%

Toma de posesión de María Eugenia Gancedo como alcaldesa de San Andrés

Toma de posesión de María Eugenia Gancedo como alcaldesa de San Andrés

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ANA GAITERO | LEÓN
León

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Las cuotas de poder de las mujeres en las alcaldías leonesas merman. Después de treinta años en ascenso en el poder local, las últimas elecciones se han saldado con un 14,6% de alcaldesas sobre el 85,4% de alcaldes en León. Las leonesas con bastón de mando son cinco menos que hace cuatro años, con un 17% de alcaldesas.

La merma es el resultado directo de una menor presencia de mujeres como cabezas de lista en las candidaturas electorales de los partidos mayoritarios, pero también del retroceso electoral que han sufrido algunas candidatas en el PP y en el PSOE.

 

 El Partido Popular es el que más mujeres aporta a las alcaldías, con un total de 19, el 17% de todas las alcaldías que detenta en la provincia (111) y el que más ha perdido, con 6 menos. El PSOE cuenta con ocho mujeres sobre las 70 alcaldías que ostentan miembros de sus candidaturas, lo que supone un 11% de presencia femenina en los ayuntamientos socialistas. El PSOE ha ganado alcaldías pero disminuye el número de mujeres, ya que en 2011 contaba con nueve primeras ediles.

La UPL es el partido que sale mejor parado en el análisis de la igualdad al pasar de dos alcaldesas a cuatro, un aumento que es parejo, pero no proporcional, al crecimiento de su poder local, al pasar de cuatro a 15 alcaldías en toda la provincia. En todo caso, las mujeres leosesistas alcanzan una proporción de más del 25% en el conjunto de los municipios gobernados por UPL.

El resto de los partidos no aportan ninguna mujer. Las mujeres no figuran como cabezas de lista en ninguna de las ocho candidaturas independientes que alcanzaron la alcaldía en la provincia, ni en los tres de Ciudadanos Rurales Agrupados (CRA), dos de Coalición por el Bierzo, 1 de Izquierda Unida y 1 de Ciudadanos.

La veterana, en Rueda

La más antigua, Agustina Álvarez, de Cubillas de Rueda cogió el bastón de mando «por casualidad», en 1994, tras fallecer en accidente de tráfico el alcalde. Era la quinta de la lista y los compañeros de corporación que le precedían renunciaron. Empezó con «miedo por la inexperiencia», pero el gusanillo de la política le picó enseguida. Milita en las filas del PP, pero no le duelen prendas en confesar que la obra de la que más orgullosa se siente es el edificio de usos múltiples que hzo con fondos del Plan E de Zapatero. La pavimentación, una nave almacén y la renovación del abastecimiento, de hace medio siglo, son otras de las obras destacadas. «Mis pueblos están impecables, limpios», apunta. Con una población muy envejecida, su objetivo es «mantener lo que no tenemos».

Contraria a la fusión con otros municipios «porque quedaríamos en el olvido», es partidaria de medidas prácticas que ya tienen en marcha como «compartir secretaria con Almanza». Cobra 60 euros por pleno, igual que el resto de la Corporación, «y las dietas de desplazamiento».

En sus 21 años de experiencia «siempre he sido muy bien atendida en la Diputación» y en otras instituciones como la Confederación. «Donde pasan de nosotros es en la Junta. Hay que pedir cita al delegado, te dicen que toman nota y hasta hoy. Sólo se acuerdan en las elecciones», apostilla.

Agustina Álvarez, de 68 años, es la única mujer de la Corporación y antes que ella sólo hubo otra concejala. «Las mujeres deberíamos participar más en la vida política porque vemos las cosas de manera distinta y nos preocupamos de las cosas de andar por casa». Pero son muy pocas las que se lanzan al ruedo político. «Ahora hay dos chicas que se han animado en las pedanías de Llamas y Sahechores de Rueda», apostilla.

Villagatón, la más joven

La más joven, Carolina López, de Villagatón, figura en la nómina de las alcaldesas que se estrenan en León. Son ocho las que acceden por primera vez al bastón de mando y una más con María Eugenia Gancedo, de San Andrés, que había ostentado el cargo entre 2008 y 2011.

El 75% de las alcaldesas repiten y el 25% son nuevas. Carolina López se estrena con experiencia. Lleva doce años como concejala y en los últimos tiempos tuvo que asumir la firma del municipio y la toma de decisiones por la enfermedad de su antecesor, Benjamín Geijo, quien falleció recientemente.

Milita en el PSOE y es miembro de la Comisión ejecutiva provincial como responsable del área de Minería. Además de suplir en el cargo al alcalde ha sido responsable de políticas sociales, cultura, educación y deportes. Tras vivir durante unos años en Ponferrada regresó a su pueblo, Brañuelas, y allí ha encontrado el ambiente idóneo para compatibilizar su vida política, quedó en el paro recientemente, y familiar al contar con el apoyo de abuelos y abuelas por las dos partes. Pese a las cifras de retroceso, cree que «las mujeres estamos tomando fuerza en la política local». «Sin desmerecer a los alcaldes, las mujeres damos un poco la vuelta a las cosas, en el mundo rural se necesitan alternativas y quizá estamos más abiertas a imaginarlas», subraya.

No obstante, hoy por hoy «los hombres transmiten más confianza, con las mujeres la ciudadanía espera a ver donde pisamos y a la hora de la verdad nos valoran más determinadas cosas».

En Bercianos del Páramo los hombres han dejado el ayuntamiento en manos de las mujeres. O las mujeres se lo han arrebatado. Según se mire. De siete concejalías solo hay un hombre. Desde hace más de veinte años hay alcaldesa. PSOE y PP se han alternado en el poder. «Los hombres se preocupan más del campo que del ayuntamiento», afirma Milagros Benéitez, la actual regidora.

Las mujeres «aportamos prudencia y sensatez, aunque cada persona puede ser mejor o peor con independencia del sexo», añade. Con la política local tiene bastante, «nunca me he planteado ir a la Diputación, no es mi meta ni me siento preparada», aclara. Calles, alumbrado, saneamiento y atención a la dependencia son sus prioridades en un espacio rural que nota la despoblación y la «ausencia» de políticas activas para atraer gente a los pueblos.

La participación de mujeres en el mundo rural en política es difícil, pese a excepciones como Bercianos del Páramo donde las dos candidaturas que concurrían eran encabezadas por nombres femeninos. Ya es tradición.

Cristina Prieto, de Roperuelos del Páramo, subraya que en su entorno «las mujeres tienen opinión pero no se involucran. Intenté tener alguna candidata pero no lo conseguí». Esta vez ella decidió dar un paso al frente para «mirar por la escuela y esas pequeñas cosas a las que da importancia una madre de familia y que quizá un señor mayor no las ve».

«Pensamos de otra manera»

Ana Arias, nueva alcaldesa de Soto y Amío, consiguió más compañeras de viaje. Se presentó con otras dos mujeres en los tres primeros puestos «porque pensamos de otra manera, tenemos prioridades diferentes» a quienes han gobernando desde los comienzos de la democracia. «Nunca se han adoptado medidas para fijar población», precisa.

El PSOE ganó el ayuntamiento por primera vez con una mujer al frente. Está encantada con la experiencia y una de las primeras medidas que han puesto en marcha es una ludoteca para niños y niñas entre 4 y 12 años. «Han sido 15 días en julio y han acudido 26 niños y niñas. Se lo han pasado en grande y sus madres han podido ir a trabajar sin tener que dejárselos a un familiar», comenta. Otros proyectos pasan por más atención a las personas mayores y centro infantil. «Dar comodidad a la población en invierno, que es muy largo», apostilla.

Consuelo Prieto, de San Esteban de Nogales, sostiene que se trata más de personas que de hombres y mujeres aunque lleva a gala ser la primera alcaldesa de su municipio. «Aquí he aprendido que el alcalde es el servidor más grande del pueblo», puntualiza esta edil popular. Llegó al puesto tras fallecer el anterior alcalde hace seis años y tiene otros diez de experiencia como concejala. En total, 16 años al frente.

Alicia Gallego es la nueva alcaldesa de Santa María del Páramo. Tras doce años de concejala por la UPL, un pacto con el PSOE le aupó al sillón consistorial. Es secretaria de organización en el partido leonesista y conoce las dificultades para que «hombres y mujeres den un paso hacia adelante», si bien cree que la conciliación pesa más en el lado femenino. «En los pueblos cada vez vive menos gente, la política lleva mucho tiempo y para las mujeres, por el rol que tienen, es más difícil compaginar: hace falta que quieran dar el paso y se las ayude», puntualiza. Con una niña de cuatro años, ella está en plena crianza y se ha acostumbrado a «compaginar la política con ir al parque». Es de miras amplias. Su objetivo son las personas y todas las acciones para reforzar los servicios comarcales, desde el instituto al centro de salud. «Hay que unir las políticas sociales, como un centro de día, con medidas como bajar el IBI», apunta.

El 50% de las alcaldesas del PSOE son nuevas. Y Fabero es el municipio socialista más importante gobernado por una mujer. María Paz Martínez comenzó la andadura política hace 12 años con Demetrio Alfonso y se ha convertido en la primera alcaldesa de este municipio minero. Su prioridad es que el municipio recupere los 5.000 habitantes, «no tanto por el número de concejales como por acceder a las líneas que ahora tenemos vetadas. No es justo que nos traten como a un municipio de 2.000 habitantes». En su carrera política ha sido clave el apoyo familiar a la hora de compatibilizar trabajo, es animadora sociocomunitaria, actividad pública y familia. «Ya se hacían políticas sociales con Demetrio, es una tradición en pese a ser cuenca minera».

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