La guía para no perderse nada en la crisis de los socialistas

En la enésima batalla socialista por el liderazgo del partido resulta difícil comprender los porqués. Esta breve guía pretende arrojar una mínima luz. ¿Los resultados del 20 de diciembre son la causa de esta crisis?

No. Los resultados son malos, los peores de la historia del PSOE. Pero el problema es que el congreso extraordinario de 2014 no resolvió la crisis de liderazgo interno que arrastran desde hace muchos años los socialistas. Pedro Sánchez no ha sido capaz de coser la formación, en parte porque no le han dejado y en parte por sus propios modos.

¿Estaba dispuesto Pedro Sánchez a admitir un referéndum en Cataluña para llegar a la Presidencia del Gobierno de la mano de Podemos? A tenor de lo que dijo desde un primer momento, no. Sus críticos creen, aún así, que llegar a la Moncloa es su «única bala» para mantenerse en el poder y que habría hecho lo que fuera. Por eso impusieron como «condición previa» para sentarse siquiera a hablar con Pablo Iglesias, en el Comité Federal del pasado lunes, que éste renuncie al derecho de autodeterminación. Eso estrecha el ya mínimo margen para el acuerdo;

¿Qué importa la fecha del próximo congreso del PSOE?Bastante, si de lo que se trata es de que Sánchez no siga siendo el líder, objetivo básico que los críticos se niegan a reconocer abiertamente. ¿Hay alternativa clara a Pedro Sánchez? No. Todas las miradas se dirigen de nuevo a Susana Díaz, que no quiso dar el paso en 2014, cuando una docena de barones le pidieron que lo hiciera. Los secretarios provinciales de su federación no terminaban de ver la jugada y ella no quiso desvestir el santo de la Junta de Andalucía para sufrir el desgaste de una batalla interna.