Diario de León

Torres: «No se compraba nada sin la supervisión de la Casa Real»

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Diego Torres puso punto final a 25 horas de interrogatorio con nuevos ataques a la Casa del Rey. Sus últimas palabras tras cuatro días preguntas y respuestas fueron de nuevo para implicar al anterior jefe del Estado, no a Iñaki Urdangarin ni a la infanta. En el interrogatorio a la carta de su abogado, Manuel González Peeters, no hubo una sola referencia incriminatoria a sus anteriores socios y sí bastantes preguntas que sirvieron en bandeja que lanzara para nuevas arremetidas contra La Zarzuela.

Torres aseguró que la «supervisión» de la Casa Real sobre Nóos era «total», desde el permiso para celebrar «comidas» de trabajo hasta la firma de contratos, pasando por cosas tan banales como la compra de una impresora. «Se reportaba absolutamente cada actividad de Nóos. Los niveles de detalle son impresionantes», apostilló. A modo de ejemplo, señaló que la práctica habitual era que «dos minutos» después de recibir cualquier petición a Nóos ésta se rebotaba automáticamente, vía correo electrónico, a Carlos García Revenga, secretario de las infantas en esa época. Esas comunicaciones siempre eran enviadas a su mail oficial de la Casa Real. García Revenga, que se presentaba como consejero de la Casa, era el que debía dar el visto bueno.

En ese proceso de control también participaba, según Torres, el abogado personal de Juan Carlos I, José Manuel Romero, que tenía reuniones continuas con el asesor fiscal de Nóos, Miguel Tejeiro, Urdangarín y con él mismo.

Las andanadas contra la Casa Real contrastaron con el guante de seda que Torres utilizó para referirse a su ex socio, otrora enemigo y hoy de nuevo aliado.

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