La defensa de la infanta Cristina ataca a Manos Limpias

Pau Molins se despachó a fondo con Manos Limpias. El abogado de la infanta dedicó buena parte de su alegato final a atacar al pseudosindicato acusado de chantajista y a su abogada en este proceso, Virginia López-Negrete.

El letrado no ahorró en epítetos al describir la «enfermiza obsesión» de Manos Limpias con su defendida. Acusó a la organización que preside el encarcelado Miguel Bernad de haber «perseguido y conseguido día tras día durante años un espectáculo mediático» con la infanta como protagonista.

Según Molins, la «debilidad de argumentos» de Manos Limpias, su «mala fe» y su «temeridad» han desembocado durante el juicio en una «auténtica barbaridad dogmática», hasta el punto de que López-Negrete terminó «agarrándose como a un clavo ardiendo a la teoría de la ceguera intencionada» de la hermana del rey, al no poder demostrar que cooperara en los delitos de su marido. Recordó que el sindicato pide una «condena absolutamente desproporcionada de prisión de 8 años» para su defendida.

Concluyó pidiendo una «merecida absolución» que, además, «restablezca por fin la justicia» para que «nadie pueda dudar» de la honorabilidad y de los «indecentes propósitos» de Manos Limpias.