La hija de una expareja de Ana Julia Quezada afirma que ella vació las cuentas de su padre estando enfermo e ingresado

Jessica, hija de un hombre con el que Ana Julia Quezada mantuvo una relación de pareja en 2012  cuando residía en Burgos y que ya ha fallecido, afirma que la detenida por el asesinato del niño Gabriel Cruz "vació las cuentas" de su padre "estando él ingresado" y "se compró un piso en República Dominicana a su costa". En una entrevista en Antena3 explicó que su padre tenía varios negocios y Ana Julia vivía de él: "La echaron de la carnicería y empezó a vivir a todo trapo. Se quiso casar con mi padre dos días antes de fallecer", afirma. Según su testimonio acudió a este centro sanitario donde él estaba ingresado por un cáncer terminal con la intención de casarse.

En la misma línea, ha apuntado que estando su padre enfermo, Ana Julia le tuvo un día entero en casa sin llamar a una ambulancia y cuando encontraron al hombre, había padecido una trombosis. "Ella mientras estaba jugando al 'buscaminas' -en el portátil del salón- y lo único que hizo por él fue comprarle botellas y tabaco", señaló. Según asegura, interpuso varias denuncias contra Ana Julia, incluidas relativas a un "chantaje con las joyas" de la familia, hechos que habrían ocurrido en el año 2012 y que "aún están en el juzgado".

Durante su intervención, Jessica se refirió también a la muerte de la hija biológica de Ana Julia, que ocurrió en Burgos en el año 1996. "Me dijo que tenía una hija, la cual había tenido un accidente y se había caído por una ventana porque era sonámbula", recuerda. La ahora detenida por el caso de Gabriel le contó que "que la niña no comía, no dormía y lo pasaba muy mal y en una de las noches la niña cogió una silla, la acercó a la ventana, abrió la ventana y se cayó", tal y como ha detallado.

"Cuando la vi en la tele me dio en las tripas que había sido ella"

"Cuando la vi en televisión algo me dijo en las tripas que había sido ella y me puse en contacto con la Policía y la Guardia Civil", ha añadido. Con todo, ha pedido que "dejen en paz" a Judith, la hija de Ana Julia, porque ella no tiene la culpa de tener "la madre que tiene".

Misma impresión tuvo Laura, sobrina de este hombre con el que Ana Julia mantuvo una relación de pareja, quien ha detallado que sospechó de la detenida porque cuando falleció su tío "hizo el mismo papel". "Se puso a llorar en el velatorio, a decir que pobres niños, y ella sabía que se estaba llevando todo el dinero de mi tío", ha sentenciado. Describe a Ana Julia como "muy mala y muy fría". "Es como que no tiene sangre, con mi tío pasó igual. No tiene sentimientos", zanjó.