La Guardia Civil lidera el más duro golpe internacional al Daesh
Una operación, coordinada por Europol, identifica a miles de usuarios en 133 países.
MELCHOR SÁIZ-PARDO | MADRID
El Estado Islámico ha recibido en los últimos días el más duro golpe tecnológico desde su nacimiento en 2014. Y la Guardia Civil está en el origen de este extenso operativo que ha involucrado a las policías de una decena de países y que ha permitido desmontar una muy buena parte del aparato mundial de propaganda del Daesh. La operación, coordinada por la Unidad de Referencia de Internet (IRU) de la Agencia Europea de Policía (Europol), también ha dejado al descubierto las identidades de miles de internautas que consumen material yihadista en 133 países diferentes.
Según informaron fuentes de Europol y del Ministerio del Interior, además de España, en este golpe han tomado parte los servicios antiterroristas y de lucha tecnológica de Francia, Rumanía, Bulgaria, Países Bajos, Estados Unidos, Panamá y Canadá. En todos estos países -apuntaron estas mismas fuentes- los funcionarios han intervenido los servidores informáticos que estaban usando los terroristas para hacer proselitismo de sus atentados y de la yihad.
La investigación policial comenzó a mediados de 2016 cuando el servicio de Información de la Guardia Civil descubrió que multitud de los sospechosos que estaban siendo investigados consumían de forma masiva propaganda yihadista del Daesh, particularmente de Amaq News Agency, la pseudo agencia de comunicación del Estado Islámico especializada en difundir sus triunfos en el campo de batalla y las reivindicaciones de los atentados en Occidente; la radio Al-Bayan; y los medios denominados Halumu y Nashir, principales órganos de difusión de la actividad terrorista. La intervención de varias policías, que consiguieron bloquear las aplicaciones para móviles de los propagandistas y la infraestructura de Amaq, forzó, según Europol, al Daesh a reforzar sus sistemas de seguridad en internet para poder seguir con su proselitismo. Y fue entonces cuando la Guardia Civil encontró la clave para volver a golpear de nuevo y con más virulencia al aparato propagandístico: encontró el corazón de la infraestructura yihadista en internet.