Diario de León

Franquistas y antifascistas se cruzan en el Valle de los Caídos

Imagen de los franquistas que acudieron al Valle. J. J. F

Imagen de los franquistas que acudieron al Valle. J. J. F

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juan josé fernández | madrid

Agentes de la Guardia Civil han tenido que intervenir en la basílica del Valle de los Caídos para impedir que los asistentes a una misa prorrumpieran gritos y cánticos de exaltación de la dictadura. La intervención ha tenido lugar en la parte trasera del altar, donde se encuentra la tumba de Franco. Decenas de franquistas de diversas edades formaban círculo en torno a la tumba tras finalizar el rosario convocado por los frailes que custodian el monumento y dedicado a «la esperanza de la juventud y la familia en España» y la misa que, a las 11 de la mañana de este domingo, han celebrado por los 33.833 muertos que reposan en el valle. Al principio, los asistentes se han arremolinado en silencio, hasta que han comenzado a crecer los gritos aislados de «¡Arriba España! y ¡Franco, presente!».

Los vigilantes privados del interior de la basílica se han visto desbordados cuando daban la orden de silencio, y han pedido apoyo a la Guardia Civil. Cuando han entrado los agentes -un grupo reducido de guardias que ha tomado el altar y los alrededores de la tumba- los gritos han cesado. No obstante, han intervenido a una menor una mochila que exhibía una bandera de España con el águila franquista y han identificado a la madre de la niña. «¡Ni un solo símbolo político!», ha ordenado el jefe de la unidad de guardias civiles a grupo concentrado en torno a la tumba de Franco. «¿Conoce usted el artículo 16 de la Ley de Memoria Histórica?», le ha dicho el oficial a una manifestante cuando protestaba por la orden. Se refería al texto legal que ordena que «en ningún lugar del recinto podrán llevarse actos de naturaleza política ni exaltaciones de la Guerra Civil, de sus protagonistas o del franquismo».

Cuando la Guardia Civil ponía orden en la basílica, una mujer de mediana edad les ha increpado: «¿Ni siquiera podemos llevar la bandera de España?». Y el jefe de los guardias le ha contestado señalándose la que lleva en el hombro de su uniforme reglamentario: «Aquí la bandera de España la llevo yo».

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