Mascarillas caseras para centros sociales y residencias

La escasez de epis (equipos personales de protección sanitaria) es una realidad que acucia a los hospitales y a la que centros sociales y residencias de personas mayores han respondido con la imaginación y la generosidad de personas como Tina Marote. La propietaria de una tienda de retales en el barrio de La Palomera confecciona mascarillas con tela de sábana (doble capa) que no tienen las garantías de las sanitarias, pero se pueden lavar y se consideran mejor que nada cuando no hay otra cosa.

Confinada en casa de sus padres, se trasladó con la máquina de coser y unas telas. «Ya voy a tener que salir a por más. Espero que la policía lo considere un motivo justificado», señaló. Algunas alumnas de patchwork se han sumado a esta iniciativa que va a permitir reabrir el centro de día Concepción Arenal de la Sociedad San Vicente de Paúl.

Fue Elisabet, voluntaria de este centro, de 73 años de edad, quien salió al paso de la necesidad con su voluntad. «Me puse a hacer unas mascarillas para mis hijos y para nosotros con tela y en medio plástico», explica. Después cambió de modelo porque el material no era el más adecuado. Fue cuando supo de la iniciativa de Tina Marote y le pidió consejo. La modista realizó un tutorial con varias fotos en las que explica los pasos y ya circula por la red.

Tina calcula que puede hacer unas 15 mascarillas diarias. La nueva tarea le sirve para llevar mejor el confinamiento domiciliario que ha roto con su rutina diaria de cara al público en la tienda y con las alumnas.

Geles desinfectantes, mascarillas y otros materiales de protección ya empiezan a escasear en el Hospital de León. Se da prioridad para su uso a las personas que están más cerca del contacto con las personas infectadas. El servicio de Urgencias ha reconvertido sus puertas de acceso para realizar el triage o selección de los pacientes que van llegando. Los respiratorios van por una puerta y el resto de patologías por la otra.