Diario de León

La pandemia en el día festivo de la autonomía

Demetrio Madrid cree que la unión de León con Castilla no tiene marcha atrás

El socialista zamorano celebrará por primera vez el 23 de abril lejos de la campa de Villalar

Demetrio Madrid, ayer, en una calle de Zamora. EFE

Demetrio Madrid, ayer, en una calle de Zamora. EFE

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El primer presidente de la Junta de Castilla y León, Demetrio Madrid, que a los 83 años mantiene la forma durante el confinamiento con ejercicio diario en su casa de Zamora, confiesa que el jueves será la primera vez que no asista a Villalar el 23 de abril en más de 50 años al «anteceder la salud».

Demetrio Madrid ha señalado en una entrevista con Efe que es fiel a la cita de Villalar de los Comuneros (Valladolid) desde que era una celebración en la clandestinidad, al tratarse de una fecha «singular, señalada y festejada», que este año queda «en un segundo término, al anteceder la salud publica e individual».

Demetrio Madrid, que instauró la conmemoración del Día de Castilla y León el 23 de abril, se ha referido también al movimiento separatista leonés y ha considerado que es algo cíclico, «un impulso de los grupos leonesistas que ocurre cada diez años».

El expresidente analiza el leonesismo como un movimiento cíclico cada diez años

Tras recordar que él se «desgastó bastante» al intentar convencer de la conveniencia de la unión de Castilla y León y que fue presidente con los votos de la mayoría de los leoneses, asegura que no le sorprende la actitud del alcalde de León y compañero de militancia del PSOE, José Antonio Diez. A su juicio, la defensa que ha hecho Diez de la autonomía de la Región Leonesa está condicionada por «la gobernabilidad» del Ayuntamiento de León, ya que «él sabe, o yo creo que sabe, que esta situación no tiene marcha atrás», ha indicado sobre la constitución de la Comunidad autónoma de Castilla y León.

Para Demetrio Madrid, el movimiento independentista catalán no es comparable con el leonesismo, aunque ha reconocido que ambos han quedado tapados por la situación derivada de la crisis sanitaria del coronavirus, que está «conteniendo otro tipo de malos pensamientos». A raíz del confinamiento, el octogenario político socialista ha cambiado sus paseos de siete u ocho kilómetros por tres sesiones diarias de estiramiento en la terraza, o caminar por los pasillos.

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