Casado no ve sentido a otro estado de alarma y Sánchez le advierte del «caos» que generará

El PP apura el plazo para tomar una decisión definitiva antes de que mañana se aborde en el Congreso la cuarta prórroga del Estado de Alarma. La conversación telefónica de una hora con Pedro Sánchez no sirvió más que para certificar el desencuentro, y Pablo Casado, «a día de hoy», mantiene su negativa a apoyar la ampliación de la excepcionalidad, a la que ya no ve «ningún sentido». ERC ha anunciado que votará en contra porque quiere más competencias para las comunidades, el PNV lo condiciona a las medidas de desescalada e Inés Arrimadas (Cs) ve razonable negociar con la oposición y las autonomías. El rechazo, sin embargo, del instrumento con el que el Gobierno gestiona la emergencia sanitaria no desvela el voto de los populares, que no han concretado si optarán por el no o la abstención.

Supone, en todo caso, un cambio de posición trascendente. Pese a la contundencia en la censura del manejo de la crisis y la brecha política entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, hasta ahora no se ha llegado a quebrar la unidad de voto en las sucesivas prórrogas. Lo que Casado plantea es que el Gobierno recurra a leyes ordinarias para gestionar el proceso de la desescalada sin necesidad de prorrogar la alarma. Considera que se podría «adaptar» la legislación de Salud Pública, la de Protección Civil o la de Seguridad Nacional para estudiar si es posible el mando único sanitario, limitar la movilidad entre provincias o determinar una salida «escalonada» de los domicilios. Tampoco acepta el argumento con el que el Ejecutivo alerta del «caos» que supondría tumbar en el Congreso el estado de alarma. Pese a que el Gobierno insiste en que es el actual marco el que permite sostener las compensaciones por la parálisis obligada de la actividad o las prestaciones por los Erte derivados de la emergencia, el PP cuestiona que no haya alternativa y cree que es un «chantaje» para garantizar el respaldo de la oposición.

Pedro Sánchez le ha advertido que no apoyar provocará el «caos» sanitario y económico en el país. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, lo resumió así. «Parece ser que el presidente del PP ha dicho que no va a apoyar esta medida, al menos es la interpretación que tenemos. Y el presidente le ha advertido que esa actitud nos puede llevar a un caos sanitario y económico», dijo Ábalos, quien censuró además que «nadie» propone una alternativa «porque no la hay».

Aseguró que no quiere ser «alarmista», pero que sin esta declaración se excepcionalidad toda la actividad deberá recuperarse, trabajos y estudios, dijo, y se corre, el riesgo de que se produzca un rebrote de contagios por coronavirus. «Es tanto como condenarnos a un caos del que algunos tendrán que ser responsables», añadió. Fue casi una hora de conversación tensa en la que cada uno, según la versión ofrecida por la Moncloa, expuso con crudeza sus argumentos para no llegar a ningún acuerdo. Sánchez no quiere un triunfo pírrico por suma de abstenciones. Sería un revés político aunque consiguiera la ampliación.