«El foco de La Bañeza es muy llamativo, al nivel de las zonas limítrofes con Madrid»

La interpretación de los datos necesita necesariamente sinergias con otras administraciones. En el caso del Covid-19 se hace imprescindible acceder al registro civil. ¿Tienen ya establecidas líneas para ese flujo de información con el registro civil? ¿y con otras administraciones?

—Como usted sabe la gestión del registro civil es competencia estatal. Tanto el presidente como el vicepresidente de la Junta ya han manifestado en distintos foros, de palabra y por escrito, que el Gobierno central debe facilitar los datos de defunciones con el menor decalaje posible para poder ajustar nuestros datos. Mientras esto no sea posible, nos seguiremos viendo forzados a tomar los datos de otras fuentes secundarias como el registro de tarjetas sanitarias, de historias clínicas electrónicas, etc. Con respecto al resto de las administraciones y, especialmente, a los colegas de otras administraciones que se dedican a la transparencia, mantenemos una relación constante y muy intensa ya que muchos de nosotros trabajamos en este ámbito desde que se puso en marcha en nuestro país y coincidimos, además, en muchos eventos y grupos de trabajo. Al margen de ello, nos ‘observamos’ unos a otros con mucha curiosidad para ver los avances que todos podemos ir dando. Nos apoyamos y ayudamos.

—¿Con qué equipo de profesionales cuenta para gestionar esa información?

—Tanto la información sanitaria sobre la Covid-19 como los demás proyectos a los que me he referido los hemos desarrollado un equipo de 2 a 4 personas, dependiendo de los días, repartiendo nuestro tiempo con otras responsabilidades que también tocan a la dirección general que dirijo. Además de la gestión de la transparencia (del acceso a la información pública y los portales de transparencia y datos abiertos), nos encargamos de la simplificación y racionalización administrativa, de la presencia de nuestra administración en internet y en las redes sociales, de la calidad de las normas, del régimen de altos cargos, conflictos de intereses y régimen de incompatibilidades, etc.

—En este momento de la pandemia, y con una interpretación de los datos ya publicados ¿cuándo y dónde cree que estuvo el punto de expansión de la epidemia en Castilla y León y León?

—Yo creo que todos coincidimos en afirmar que las dos primeras semanas de marzo, cuando aún teníamos muy poco conocimiento de esta enfermedad, ha sido el momento de verdadera expansión del virus. Los días siguientes han sido realmente críticos porque nuestro sistema sanitario ha vivido una situación de estrés y saturación nunca antes soportada. El número de personas hospitalizadas en planta y UCI ha sido extremo los últimos días de marzo y primeros de abril, y el 2 de abril fue el día con más fallecidos en nuestra Comunidad y también en León. En los últimos días de marzo empieza a apreciarse también que el número de casos activos en atención primaria empieza a disminuir a nivel autonómico e, igualmente, en León. El foco de la enfermedad en La Bañeza ha sido también bastante llamativo a nivel regional ya que ha tenido niveles equiparables a zonas limítrofes con Madrid donde el nivel de contagio tiene una explicación más razonable.

—Con los datos que poseen y por la evolución de los datos, ¿qué es lo que más les preocupa actualmente en la provincia?

—Desde mi perspectiva, que no es la de experto sanitario ni epidemiólogo, lo que más preocupa es reducir los niveles de mortalidad y de enfermedad. La capacidad de los hospitales ha mejorado sensiblemente, partiendo de la base de que los niveles aún no son los deseables. Es importante observar las recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre higiene y distancia social. La prevención es la mejor forma de combatir la enfermedad. De esta manera podremos ir teniendo cada vez más municipios sin casos registrados en los últimos 14 días como ya es el caso de zonas como Riaño, Truchas o Matallana de Torío.